Estamos en plena época de Cuaresma, tiempo litúrgico de la Iglesia Católica, una siempre nueva oportunidad propicia para meditar, reflexionar y encontrarnos con nuestro lado más humano desde nuestro seguimiento de Jesús Maestro. El crecimiento personal es una decisión que debe surgir de lo más profundo de nuestro ser, empieza con el imperativo de creer en nosotros mismos, con la actitud que tenemos frente a la vida y la lectura que hacemos de nuestra realidad, con los actos que nos definen y con un estilo de vida auténtico y coherente (real), sin tener miedo a ser, amar -con amor del bueno-, crecer y vivir.
Estamos convencidos que la Fortaleza, es una palabra clave ligada con la Cuaresma, la capacidad de permanecer siempre firmes a nuestros ideales, valores, sentimientos, propósitos, cualidades y talentos, a todo aquello que nos vuelve seres únicos e irrepetibles, tal y como lo hizo Jesús, que a pesar de las dificultades, dudas y tormentas ante (de) su trayecto (o proyecto) de humanización divino, no desfalleció, decidió aferrarse a su infinito amor al Padre, sus convicciones (creencias) , su propósito y continuó con mucha más fortaleza (fuerza), con un espíritu y una fe renovada, con Luz y Fuerza.
Sin lugar a duda, el Evangelio es un relato inspirador, ya que nos muestra lo importante que es la fuerza de voluntad y la fortaleza en el caminar (al que llamamos vida) para poder vivir a profundidad la vida.
¿Cuántas veces hemos llegado a sentir que la vida nos tiene entre la espada y la pared? No vale la pena calificar como bueno o malo, si no tomar consciencia que experimentamos que a veces las cosas no marchan de acuerdo a nuestros planes, anhelos o deseos, momentos en los que caemos y tocamos fondo; podemos ver esto como las oportunidades que nos da la vida misma para volver a empezar y reconstruirnos, renovarnos. Es tiempo de cambiar,
Son esos momentos difíciles donde necesitamos salir delante de cualquier manera, y el primer paso para lograrlo, es darnos cuenta que sí se puede creer en nosotros mismos, podemos aferrarnos a lo mejor de mí, aprender a vivir, ser felices y ayudar a los demás a que también sean felices, crecer y ayudar a crecer, acompañar y ser acompañado, ser cada día más humanos, mejorar y empezar a vivir de nuevo, vivir de forma auténtica.
Sí amigos, es cuaresma, es tiempo de cambiar, it´s time to change.
Alex Alarcón (Ecuador) y Sergio Mesa, Sch.P. (Perú)
Cuaresma: Es tiempo de cambiar, its time to change.