Este título tan inspirador (tomado de la primera entrega de la saga de Star Wars, “A new hope”), es mucho más que una frase típica de inauguración de un nuevo año. De verdad que comenzamos un año con un luminoso horizonte para caminar y crecer junto con los jóvenes:
- Continuar con la dinámica del Sínodo de la Juventud, que no termina con las interesantes experiencias pastorales que se dieron en su preparación, ni con el encuentro eclesial animado por el Papa Francisco; además del trabajo que se podrá hacer con la Exhortación Apostólica que nos llegará, se trata de continuar abriendo espacios para escucharles y construir caminos junto con los jóvenes.
- Dentro de estos retos, comenzamos el año con a la Jornada Mundial de la Juventud, en Panamá, donde se esbozarán las posibilidades para atender a la invitación de construir con los jóvenes una “Iglesia en salida”, una comunidad cristiana viva y actuante en la construcción de un mundo mejor.
- En fin, un año lleno de retos para la sociedad en todos los niveles: crisis política, conflictos sociales, migraciones, dilemas en torno a la vida y la ética… entornos en los que la palabra y la postura de los jóvenes tendrá siempre un peso decisivo para orientar y construir el futuro.
Que estemos, pues, atentos y dispuestos para recorrer al lado de los jóvenes las sendas que se abren al comienzo de este nuevo año.