¡Toma la palabra! El hijo que no era «Pródigo»

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Ángel Fernández Lázaro

Jesús come con Zaqueo (Lc 19,1-10)

Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: “Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa”. Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría.

Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: “Se ha ido a alojar en casa de un pecador”. Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: “Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más”.

Y Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido”.

  • Analiza los personajes: ¿Cuál es la motivación de Zaqueo en un principio? ¿Cuál es la actitud de Jesús? ¿Quién toma la iniciativa en el encuentro?
  • ¿Qué era un publicano en la Palestina del siglo I? ¿Qué relación tenían con los judíos? ¿Cómo se percibe que Jesús se aloje en casa de Zaqueo?
  • ¿Qué es lo que produce el cambio en Zaqueo?
  • ¿Qué analogías encuentras entre este texto y la parábola del hijo pródigo, si es que hay alguna?
  • ¿Qué dice este encuentro del Reino de Dios, si es que dice algo?