Con mucha alegría nos servimos de este boletín para dar a conocer Tierra Habitada, un proyecto hermano de Biotropía, que se ha ido gestando en su devenir. El punto de partida es el mismo, como leemos en su web:
El mundo tiene hoy muchas necesidades. Una de ellas es que necesitamos aprender a vivir de otra manera, de una manera más respetuosa con nuestra casa común, más compasiva y solidaria con las personas que sufren las consecuencias del despiadado sistema de producción y consumo en el que vivimos y más integradora de todas las dimensiones de la persona: la salud corporal, afectiva y mental y la profundidad espiritual.
Así, para dar respuesta a esta necesidad, queremos habitar una tierra donde:
– vivir en armonía con la naturaleza y sus ritmos.
– poner en práctica un estilo de vida sencillo y respetuoso con el medio ambiente.
– compartir la pasión por Dios en un ámbito de retiro y oración.
– vivir unas relaciones humanas armoniosas y fraternas.
– acoger a quienes necesitan refugio y calor humano.
– Ofrecer un lugar de formación y divulgación de esta conciencia, actitudes, espiritualidad y forma de vida.
Esa tierra habitada ha encontrado un lugar donde hacerse realidad: el pueblo de Cañicosa, en Segovia. Nos alegramos de esta nueva iniciativa que busca, como Biotropía, contribuir a un mundo mejor posible mediante la conversión de los estilos de vida. Más información en: www.tierrahabitada.org
La cita espiritual. «El ayuno que yo quiero». Libro de Isaías
Esto dice el Señor Dios:
«Este es el ayuno que yo quiero:
soltar las cadenas injustas,
desatar las correas del yugo,
liberar a los oprimidos,
quebrar todos los yugos,
partir tu pan con el hambriento,
hospedar a los pobres sin techo,
cubrir a quien ves desnudo
y no desentenderte de los tuyos.
Entonces surgirá tu luz como la aurora,
enseguida se curarán tus heridas,
ante ti marchará la justicia,
detrás de ti la gloria del Señor.
Entonces clamarás al Señor y te responderá;
pedirás ayuda y te dirá: «Aquí estoy»».
(Is 58, 6-9a)
Resumen de enlaces
«Ya está pasando«, es título de un reciente artículo en el blog Ecología integral: «Lo más preocupante de esta situación, en donde todavía algunos siguen discutiendo sobre la misma existencia del fenómeno, es que algunos de esos efectos ya se están empezando a observar.»
De la magnífica serie de artículos de la periodista brasileña Eliane Brum en El País relatando su viaje a la Antártida en un barco de Greenpeace, seleccionamos «Un humano nuevo en la frontera de la guerra climática«: «[La mayoría] espera un milagro o sigue agarrado a la rutina posible. Solo eso explica por qué no están todos luchando en las calles y practicando desobediencia civil contra [quienes] condenan nuestro futuro ya presente.»
Una noticia en La Vanguardia que llama la atención e invita a pensar: La Iglesia de Inglaterra realiza una inversión millonaria en Repsol y otras empresas comprometidas con el clima.
Entre los muchos acontecimientos que «ya están pasando» en el mundo, destacamos la plaga de langostas que está asolando África oriental: 12 países afectados, 30 millones de personas amenazadas por el hambre y otros tantos millones de hectáreas de cultivos devastadas por nubes de insectos que, en algunos casos, llegan a sumar 150 millones de ejemplares por kilómetro cuadrado. Sorprende la poca repercusión mediática de esta amenaza a la salud y seguridad alimentaria de millones de personas, comparado con el bombardeo de noticias en torno al coronavirus. La autora del artículo «Pandemias silenciadas» reflexiona al respecto con mirada crítica.
Laia Tressera, Directora de Opcions, escribe «Claves de éxito de una dieta sin carne«. Y la Bioguía publica un cuestionador artículo sobre el sufrimiento animal que existe detrás de la fabricación de la lana merino en Australia, donde las ovejas sufren la consecuencias de la maximización del beneficio económico por encima de cualquier otra consideración.
En clave didáctica, el blog Ecología cotidiana presenta algunas «Ideas para salvar las abejas«: «El 75% de los alimentos que consumimos dependen de la polinización. ¿Qué pasaría si desaparecieran las abejas?» Una didáctica aplicación-cuento para que los más pequeños puedan aprender sobre la vida de las abejas y posibles soluciones para garantizar su importante función polinizadora y que puedan seguir aportando un alimento tan completo como la miel. Y desde el colectivo Teachers For Future Spain nos invitan a sumarnos a la petición al Ministerio de Educación de que la nueva Ley de Educación contemple la emergencia climática en los contenidos del currículo, desde una perspectiva ecosocial.
Para terminar, una reciente y recomendable entrevista a Yayo Herrero: «Somos seres ecodependientes, somos naturaleza y dependemos de ella. Recomponer los lazos rotos con la naturaleza y entre las personas puede ser la tarea más hermosa y llena de sentido vital que tenemos por delante».