SERIE CAMINO A LA FELICIDAD – FERNANDO NEGRO MARCO

LA BELLEZA DE VIVIR GUIADOS POR LA LUZ QUE NACE DENTRO

FERNANDO NEGRO MARCO      

PRESENTACIÓN

El “Camino a la felicidad” es tarea fundamental en nuestra vida. Se trata del encuentro con nuestro ser real, donde se halla la más bella realidad que jamás podremos encontrar. Somos pura creación y creatividad divina, pues llevamos dentro la huella digital del mejor de los artistas, Dios.

Un sabio de la tradición cristiana, Isaac de Nínive, lo decía con estas bellas palabras: “¡Quédate en paz dentro de ti mismo… Entra en la casa del tesoro que te habita; así podrás contemplar las cosas del cielo, ya que para entrar en el cielo y en ti sólo existe una entrada!”[1]

La felicidad no está aquí, ni allá. No es una realidad que nos viene de afuera, ni un producto que compramos al precio de la fama, la riqueza, el placer o las adicciones y obsesiones.

La felicidad es la manera de ser lo que uno es y lo que puede llegar a ser. Felicidad es saber disfrutar de lo simple y pequeño, porque uno disfruta con la grandeza de ser lo que realmente es, sin aditamentos que merman nuestra calidad vital.

El estado normal del sol consiste en estar siempre despidiendo luz y calor. Las flores de un jardín tienen la función de embellecer y despedir el bien olor de su fragancia. De la misma manera tú y yo hemos sido creados para la felicidad. Todo lo que obstruye el camino hacia esta finalidad debería ser considerado un factor ajeno del que hay que liberarse.

Este proceso que hoy comenzamos va ser un camino de libertad y de liberación por medio del cual aprenderemos a vivir en plenitud, explorando todo lo que nos pertenece, y tratando de nunca reprimir nada de lo que es parte integral de nuestra experiencia humana.

No olvidemos que somos seres integrados por elementos diversos que quedan ensamblados en nuestro ser espiritual. Por eso mismo, la espiritualidad será un elemento esencial que, unido a la psicología, nos guiará a la verdad de lo que somos y lo que podemos llegar a ser.

INTRODUCCION

(9 de enero de 2015)

Muy querida Marta Paula:

Ya me encuentro en Celaya, ciudad del estado de Guanajuato, en México. Mañana, sábado 10, tenemos la celebración de los votos perpetuos de un escolapio mexicano que pertenece a nuestra provincia de los USA y Puerto Rico.

Me he alegrado mucho de hablar contigo por teléfono en la mañana de México, que en España ya eran como las 7:30 pm. El domingo por la mañana he de ahuecar el ala y salir para Nueva York.

[1] Rose Mary Dagherty, “Discernment, A Path to Spiritual Awakening”, Paulist Press, New York, 2009, p. 35

Lo prometido es deuda: hoy, 9 de enero, comenzamos la andadura de los 3 meses (90 días) de este proceso que auguro va a ser un camino hermoso hacia la felicidad.

Comienzo diciendo que la felicidad es cuando sentimos que ser uno mismo es fantástico, que somos amados por lo que somos. Ayer fui a ver la película ÉXODO. Hay una bella escena cuando Moisés se casa con su esposa Séfora al unísono dicen lo siguiente: «Acepto incondicionalmente todo lo que sé de ti, y confío totalmente en lo que todavía no conozco».

Ésa es precisamente la libertad de donde nace el amor que nos llena de felicidad: aceptar todo lo que es mi vida, con sus luces y sombras en proceso de integración, mientras camino confiado en las sombras de lo que desconozco, sabiendo que todo está bien y todo estará bien.

Por eso podemos comenzar, por romper el hielo con una pregunta sencilla: ¿Qué aspectos de ti misma te hacen sentir confiada y cuáles te hacen tambalear emocionalmente? Recuerda que, aunque a veces sea doloroso el proceso, la meta es la FELICIDAD. El camino del autoconocimiento es el único medio por el que caminamos a la libertad y, por tanto a la felicidad.

Examinarse, observarse, aceptarse, integrar los contrarios de nuestra existencia, reconciliarse con el pasado, abrirse amorosamente y confiadamente al futuro… Todo eso es el camino que nos lleva al destino sagrado de la felicidad.

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