LA BELLEZA DE VIVIR GUIADOS POR LA LUZ QUE NACE DE DENTRO
FERNANDO NEGRO MARCO
DÍA 2
La búsqueda de la felicidad es un movimiento ambivalente que puede conducirnos por caminos que nos despistan, y llevan hacia afuera de nosotros mismos, cuando en realidad la felicidad es un camino hacia adentro.
La felicidad no es algo que está afuera, en un lugar secreto donde solamente los iluminados llegan. Por el contrario, es la identificación de nuestra consciencia con lo que realmente somos, sin máscaras, genuinos.
No solamente eso, sino que “felicidad eres tú”. Créetelo. Tú eres felicidad. Por mucho que te hayan o te hayas maltratado, hay en tu interior un recinto sagrado que te dicta el camino de libertad, por medio del cual te encuentras a ti misma siendo feliz.
Quizás hayas sido maltratada desde pequeña. Aquellos que te maltrataron creían estar haciendo su “deber”, porque no habían descubierto cuál era su “ser”. El “deber” es muchas veces un engaño por el que ponemos nuestra voluntad al servicio de las normas, de la ley, del deseo de agradar a un inconsciente colectivo impersonal que nos rige y al que obedecemos loca y ciegamente.
Debes darte cuenta de que nada ni nadie puede oprimirte en adelante si tú no les das el gusto de mostrarte ante ellos como víctima.
Alguien te hirió en tus sentimientos, en tu manera de ser espontánea y llena de frescura. Poco a poco se fue haciendo un hueco oscuro en tu manera de percibirte y de percibir a los demás… De esa forma, ibas metiendo los recuerdos en el olvido oscuro de tu consciencia. Y hoy eres incapaz de tener memoria feliz de aquellos años que debieron ser la época dorada de tu infancia.
Te lo vuelvo a repetir: tú eres felicidad, está en de ti, esperándote como un niño espera a su madre a la puerta de la escuela. Se hace tarde y el niño se entristece por la ausencia que parece eterna. Pero no, su madre llega y le abraza, y lo llena de besos, y juntos caminan de nuevo hacia el hogar. De la misma forma, tu yo real te está esperando, vestido de fiesta y colorido, te espera la felicidad. Y felicidad eres tú.
Harás un camino hermoso de limpieza interior, desbrozando tu jardín interior, para que finalmente se pueda respirar en él libertad y felicidad. Para ello has de centrarte en las personas que consideras la causa de tu infelicidad. Cuando te causaron el daño, tú eras solamente una niña, buena, bella, dulce y fantasiosa. Imagínate que realmente eras así, porque de verdad lo eras.
Han pasado los años, y esa niña vive dentro de ti, llamando a la puerta de tu consciencia para decirte que existe, que quiere salir al aire libre de la vida. Pero el dolor que llevas almacenado te impide abrirle la puerta. A veces lo intentas, pero parece una empresa imposible, pues te bloquean los recuerdos de momentos, situaciones, y personas que entorpecieron la senda que te llevaba a la felicidad.
Vamos a caminar nuevamente el recorrido que te corresponde como herencia de tu ser único e irrepetible. Para ello has de seguir este consejo: “no te tengas miedo”. No tener miedo no significa no sentirlo, sino sentirlo y, a pesar de ello, avanzar entre la niebla y el viento, guiada por el sentido de tu vida que, a grandes rasgos, es alimentar tu deseo de felicidad. Lo repito: felicidad eres tú.
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