SERIE CAMINO A LA FELICIDAD – Fernando Negro

Serie Camino a la Felicidad

Fernando Negro

Que no me pierda

En el bosque de la vida,

Dejando pasar el tiempo

Sin buscar el camino.

Que entre ramas y espinos

Indague hasta que encuentre

La estrella polar en la noche

Y el sol radiante en el día.

Que el miedo inoportuno

No me ate las manos

Ni cierre los ojos

De mi corazón.

Que la muerte me encuentre

Buscando la senda

De mis sueños no cumplidos.

Escribí este poema el día 4 de septiembre de 2009, en un momento difícil y oscuro por el que estaba pasando. Se trata de una oración en la que pedía no dejarme hundir por las circunstancias, sino sobreponerme a ellas desde el centro vital donde reside la capacidad de creatividad y de verdad que todos llevamos dentro.

Las personas pueden ser de dos categorías: las que se centran en los problemas agrandándolos con la imaginación puesta en lo peor, y las que ven en cada dificultad una posibilidad. Los de la categoría catastrófica, cuando son líderes, se confunden  y confunden a quienes están con ellos. Los de la categoría de la esperanza son siempre parte de la solución, no del problema. Los catastróficos no viven ni dejan vivir; por eso no pueden ser felices. Los creativos viven y dan vida a quienes se cruzan en sus sendas. Por eso la felicidad destella por doquier en sus personas.

¿Nacemos predestinados para pertenecer a una u otra categoría? La respuesta es clara y contundente: no. Todo depende de la capacidad creadora y creativa que trabajemos por dentro de nosotros. Somos lo que pensamos. Lo hemos dicho más de una vez, y lo volvemos a repetir. El mundo de nuestros pensamientos va creando una realidad que se adecua con las actitudes que se cimientan sobre nuestros pensamientos. Todo depende de nosotros.

Al derrotista le encanta aparecer victimizado, echando las culpas a todos, menos a sí mismo. La persona creativa jamás se permite el lujo de apagar la llama vacilante. Por el contrario, se esfuerza en formar una hoguera para que todos, siendo lo que están llamados a ser, puedan incendiar el mundo por medio del amor.

Alguien ha escrito esta bella verdad ¨Somos miserables no porque seamos neuróticos, sino porque siendo creativos, no ponemos a trabajar nuestra creatividad. Toda terapia puede ayudarnos a ´comprender´ nuestros bloqueos interiores… toda terapia tiene como finalidad nuestra transformación a través de una nueva percepción.¨[1]

Todos somos artistas de nosotros mismos. El problema es que hemos dado demasiada autoridad a otros para que dirijan nuestros pasos y nuestro destino. Es hora de dejarlos a un lado y tomar las riendas de acuerdo a nuestros propósitos y valores.

Dejar que otros dirijan lo que somos y nuestro futuro es venderse a la nada. Tomar las riendas de nuestra vida, de acuerdo al sueño que Dios tiene para cada uno, es vivir en plenitud en esto precisamente consiste la felicidad. ¿Estás preparada para este viaje? Todo es cuestión de decisión y pasión por la vida, basada en la verdad. ¡Atrévete¡

[1] Julia Cameron, ¨The Artist Way, Every day. A Year of Creative Living¨, Penguin Group, New York, 2009, p. 234