Somos felices cuando encontramos el centro de gravedad de nuestra vida.
Fernando Negro
La pasión de vivir por la cual sacrificamos con alegría muchas cosas para encontrar ´la cosa´ que realmente nos importa.
No sé si conoces algo de Nick Vujicic, un hombre relativamente joven que nació sin brazos y sin piernas. Desde el punto de vista de las leyes naturales, es un ser disfuncional, un error de fabricación divina. En la adolescencia y primera juventud entró en una profunda depresión y rechazo de sí mismo, que intentó el suicidio en dos ocasiones fallidas. Hasta que en un momento determinado, conectado desde la fe con el Dios que lo creó, entendió que desde su disfuncionalidad tenía un propósito, un fin para él. Poco a poco ha ido amaneciendo una nueva autopercepción de sí mismo, y hoy es una persona que anuncia la alegría de vivir, la esperanza y al confianza en muchas partes del mundo, desde la fe en Jesucristo.
En el librito escrito por él, ¨El Poder Imparable de la Fe¨[1] Nick nos da unas hermosas pautas para la felicidad que deseo compartir contigo:
- ¿Qué es lo que mueve tu vida?, ¿Qué te motiva diariamente?, ¿Qué te gusta hacer gratis, simplemente por el placer de hacerlo? ¿qué es lo que nunca te gustaría dejar de hacer?, ¿hay algo por lo que sacrificarías todo, incluso los bienes materiales y el confort, simplemente porque te sientes a gusto haciéndolo?
- Cuando quieras saber cuál es de verdad la pasión de tu vida, no olvides de chequearla con la Autoridad Suprema que es el Dios del amor, que te llena de alegría.
- La cosa más grande que puede sucederte es llegar a conocer y creer en Dios.
- Dios puede transformar tus dificultades en escuela de aprendizaje puede convertir tu sufrimiento en fortaleza, y puede usar tus fracasos para atraer el éxito.
- Sabrás que has encontrado una pasión cuando pongas a trabajar tus talentos, conocimiento, energía, enfoque y decisión al servicio de lo que más te gusta. Es entonces cuando tu trabajo y tu placer se fusionan en una sola cosa. Lo que tú haces se convierte en parte de lo que eres.
- Sin embargo, para llevar a cabo nuestra pasión deberemos sacrificar algo de nosotros mismos. De hecho el éxito repentino es generalmente el resultado de muchos años de duro trabajo. Se trata de ponerse al servicio de un propósito que es siempre mayor que tú mismo.
- Pero en el proceso necesitamos aprender a ser pacientes, siguiendo esta norma: ¨Date prisa y aprende a ser paciente¨. En la paciencia encontramos sabiduría y un cierto sentido del humor.
- Lo importante es reconocer lo que Dios te ha dado para construir tu vida alrededor de esos dones y pasiones, de manera que te pongas a trabajar incluso cuando no llegues a entender hacia donde te dirigen.
- Debemos creer que en todo momento hay una oportunidad para cambiar el curso de nuestra vida a mejor. Para ello hay que encontrar una nueva pasión que te lleve a ser una fuerza por medio de la cual este mundo ser mejor.´
- Pero si vives sin sentido ni dirección, sin ningún propósito, entonces te caerás hacia abajo. En esos momentos, cuando sientas que entras en desesperación, que te faltan las fuerzas y la fe, pregúntate: ¿qué es lo más importante en mi vida?, ¿qué es lo que llena de alegría?, ¿qué es lo que de verdad da sentido a lo que hago? ¿cómo puedo alimentar en mí la pasión que me motiva a seguir viviendo?
- Lo que te apasiona de verdad te conduce al sentido y al propósito de tu vida
- ¿Conseguiré siempre lo que quiero? No. Pero siempre conseguiré lo que Dios quiere para mí.
- Puedes creer en tus sueños, pero si no los pones a trabajar, no valen de nada. Puedes creer que eres bueno y cariñoso, pero si no tratas a los demás con bondad y cariño, ¿de qué te sirve? Si tenemos y fe actuamos en consecuencia, entonces podemos llegar a ser una bendición de Dios para los demás.
[1] Nick Vijicic, ¨The Power of Unstoppable Faith, Your Keys to a Fulfilled Life¨, Waterbrook Press, Colorado, 2014