Serie Camino a la Felicidad
Fernando Negro
En mucha ocasiones las grandes oportunidades nos llegan a través de aparentes desgracias. Todo es cuestión de percibir que somos los artesanos de nuestras vidas, y que todo lo que nos sucede es la materia prima para la gran obra de arte que Dios comenzó con nosotros desde el momento de nuestra concepción. Él no la llevará a feliz término a no ser que, desde la libertad, nos pongamos a su servicio.
Lo que para nuestro pequeño mundo de ideas y conceptos parece imposible no lo es para Él, que es el verdadero artista de la obra de arte que somos tú y yo. Cuando te falten ideas y recursos para salir del atolladero de tus problemas, suplica que Él te envíe la sabiduría precisa para que amanezca la luz en medio de tus noches. Es entonces cuando experimentarás lo que es la gracia, la presencia luminosa que viene de lo Alto.
¨Pasear supone para mí conectarme con la fuerza que genera lo que yo llamo ´ideal ALFA´. Estas ideas ALFA son las percepciones que pareciera que nos llegan de una fuerza siempre más grande que yo mismo; sugieren que hay mejores soluciones que mi pensamiento ordinario para mis problemas de cada día.¨[1]
Para conectarte con esa fuerza debes ponerte a orar. Orar sin protocolos, simplemente siendo la persona que tú eres delante de Aquel que te creó por amor y te guía con su amor. Es la fuerza de la imagen divina que llevas contigo como una medalla impresa dentro de ti.
Si no crees en milagros todavía, déjate llevar por esas ideas ALFA (puedes llamarles GRACIA) y te llevarán allí donde nunca creíste llegar; verás ángeles caminando a tu lado que se señalarán el camino y te darán la fuerza que necesitas para seguirlo cuando las fuerzas te fallen.
No dudes de tus ideas, pero piensa que tus pensamientos son siempre demasiado limitados para llegar a comprender la verdad total de la persona que eres y pueden llegar a ser. Conectada con la fuerza divina que te habita, descubrirás la felicidad que te brinda el Gran Dios de las Sorpresas. Los marineros necesitan tener claro donde se encuentra la estrella para guiarlos en la noche. La estrella de tu vida la llevas dentro: es la Sabiduría que nunca te abandona.
Para encontrarla debes dejar de lado tu obsesión por la perfección, consciente de que tú y yo, como todos los humanos, somos ´perfectamente imperfectos´. Hay una cosa muy importante que jamás debes olvidar: para conectarte con la fuerza de lo Alto, debes estar siempre de camino. Y todo ello un día a la vez, paso a paso, aspirando el viento y poniendo el ojo interior entre la niebla que nos habla de un horizonte todavía no clarificado. Recuerda y medita en este poema:
Buscarte, Señor, buscarte
Entre la Niebla y el Viento.
Y finalmente encontrarte
En el Amor de tu Cielo .[2]
Avanzamos en el claroscuro de certidumbres y dudas, de claridades y posibilidades. Avanzamos en la confianza de que la sabiduría que se nos regala en verdad el camino que nos lleva a la meta. Es importante que procedamos caminando, sin detenernos en las minucias obsesivas de nuestros defectos y errores. Es cuestión de reconocerlos de manera que en todo momento tengamos la humildad necesaria para abrazar la verdad y reorientar nuestros pasos hacia la luz que nace de dentro y se conecta con el sentido fundamental de nuestra existencia.
[1] Julia Cameron, o.c., p. 230
[2] Es un poema que escribí el día 27 de mayo de 2013, un día después de la muerte de mi hermana María de los Ángeles, en Tremp (Lérida). Fue el texto que usamos para su recordatorio.