¿QUÉ TIENES TÚ QUE NO TENGA ELLA? Descarga aquí el artículo en PDF
Juan Carlos de la Riva
¡Si puedo ser sustituido por una máquina, hacedlo de inmediato! Pero si hay algo en mí, acompañante, educador, pastoralista, que ninguna máquina pueda hacer verdaderamente y solo pueda imitarlo vagamente, entonces dejadme por aquí, en el grupo de jóvenes, en clase, tomando café contigo…
Al escribir estas líneas creo que sí hay algo en lo que la IA nunca me va a sustituir: el tomar la decisión de quererte. Y no me refiero a decirlo, que eso sí lo dicen ya todos los robots, sino sentirlo y decidirlo, quitándome yo y poniéndote a ti en el centro de mi sentir y de mi quehacer. Sí, eso creo que puede ser lo insustituible, la decisión de amar, la que expresa cada acompañante cuando prepara su actividad, o simplemente pregunta con cariño ¿cómo estás? Y ese cariño, se nota.
No, no vamos a ser unos destroyers apocalípticos que presagien una guerra de humanos contra máquinas. Es cierto que en nuestras conversaciones se va colando el asombro y la sospecha, la seguridad de que vienen cambios fuertes en los modos de producir, de curar, de educar… Es cierto que vemos cosas que tres años atrás nos parecían solo de película.
Pero no. Para nada nos situamos en la línea de la vuelta a lo natural-salvaje de la no tecnología. Porque la tecnología es también connatural al ser humano. Y nos vamos a ayudar de ella: sí, se puede poner al servicio del amor, que es la buena, la mejor noticia que nadie pueda escuchar.
Creo que este tema hacía falta en la pastoral juvenil. Primero, porque es un buen tema de arranque para cualquier reunión, y seguro que podemos orientar la cuestión a las preguntas profundas (qué me hace de verdad humano y qué puede hacer una máquina, por ejemplo) o a los miedos más comprensibles (cómo será mi trabajo futuro, cómo la educación, cómo la fe…)
Segundo, porque es cierto que hay riesgos y que la técnica avanza más rápido que nuestra reflexión ética sobre ella. Y que por eso hacen falta los criterios de siempre (el bien común, la vida, el amor, la igualdad…) para las posibilidades nuevas que sentimos que crecerán exponencialmente en los próximos años. Ya estamos conociendo casos delictivos de suplantadores de personalidad, que nos asombran y aterran en la misma medida. Luis E. Echarte, profesor titular de Ética Médica de la Universidad de Navarra dará buena cuenta de muchos de los riesgos, desde una propuesta profunda basada en una antropología cristiana, la que habla de relación, de discernimiento, de contemplación, de estar en salida, etc. También Juan Jesús Gutierro, profesor de Antropología de la Universidad de Comillas, nos alerta desde claves sociológicas y filosóficas de los temas que están en juego y que hay que valorar y conocer para ser críticos y constructivos.
Pero, tercero, porque también traen buena noticia. Porque hablan de una evolución hacia una inteligencia cada vez más común y compartida que poder aprovechar para sanar, arreglar y confluir. Gabriel López Santamaría, director de Católicos en Red, nos habla de posibilidades que la herramienta nos ofrece. Usémosla bien.
Y tú, evangelizador, acompañante de jóvenes, hazte estas preguntas: qué van a encontrar los jóvenes en ti que no van a encontrar en la IA, qué respuesta a qué gran pregunta, qué impulso para la acción para qué mundo nuevo, qué silencio no de procesamiento sino de recibir gracia, qué sorpresa de amor será siempre mejor noticia que la mejor propuesta artificial… Piensa, pastoralista, piensa: qué tienes tú que no tenga ella.