PROYECTO LLENANDO ESCUELAS RPJ 559 Descarga aquí el artículo en PDF
Escolapios Betania
https://www.escolapiosbetania.org/
Hace unos quince años surge el proyecto Llenando Escuelas. Su nombre inicial fue de Infractores a Misioneros. Una idea, que a priori, parece una locura. Bajar a Marruecos con un grupo de jóvenes que, desde fuera, son poco valorados y llenos de etiquetas negativas (delincuentes, con problemas conductuales, desadaptados, excluidos del sistema…) era exponernos en una situación de riesgo que pudiera parecer innecesaria. Pero que, vista por nosotros, era (y es) una locura preciosa. Ofrecer un contexto nuevo donde compartir una intensa experiencia, que les hiciera resonar y que nos hizo, y nos sigue haciendo, tambalear a todos. Una experiencia que nos sacude educativa y emocionalmente. Que año tras año hemos ido moldeando y que se ha convertido en una de las mejor valoradas por mayores y por jóvenes.
Cada verano desde entonces, a excepción de dos años por la situación sanitaria de la COVID, hemos bajado a desarrollar una parte del proyecto, que continua después de nuestra partida, con la asociación local allí fundada.
El proyecto da comienzo meses antes de la ejecución. Se valoran las necesidades de las escuelas de la Región de Sidi Ifni, con la que tenemos un acuerdo para poder desarrollarlo, y de la población de los pequeños pueblos de la zona. Una zona rural altamente empobrecida por la carencia de empleo, la escasez de agua, la dificultad de acceso y los bajos recursos educativos.
Cercana a la fecha de partida, comienza el ajetreo, los nervios, el devenir de unos y otros, un movimiento que sin excesiva coordinación es acompasado. Los veteranos ya sabemos lo que nos toca y los novatos, expectantes y contagiados nos siguen. Unos preparan todo el tema de médicos, otros organizan los víveres, ropa y cosas de aseo para esos meses, otros se dedican a la coordinación de voluntarios, otros al material escolar, otros al de talleres, otros preparan las furgonetas, otros elaboran listas de nombres cambiantes… cada uno en lo que más le gusta, en lo que mejor se le da. Los desubicados pronto descubren una fortaleza desde la que aportar. Aquí, cada tarea es importante, no sería posible sin cada una de ellas, o quizá sí, pero no de la misma manera. Todo ello, sumado al vertiginoso ritmo del final del curso nos coloca sin apenas darnos cuenta en el día de salida.
A partir de ahí… comienza la parte más emocionante, en la que ver y sentir aquello para lo que nos preparábamos. Para algunos es su primer viaje, para otros la primera vez que montarán en barco, que cambiarán de continente y otros repetirán, aunque no será igual. Los primeros días son de viaje, el cual se aprovecha para ir haciendo actividades diversas y tomando contacto con otra cultura.
Una vez llegamos a la escuela donde realizamos el proyecto nos asentamos y comenzamos. Serán dos meses en los que alternamos días de trabajo con días de descanso. En ese período construimos una cancha deportiva y un parque infantil. Ponemos en marcha un dispensario médico y cada tarde compartimos estudios, actividades deportivas y artísticas, taller de costura, tomamos el té y convivimos. Son jornadas intensas, en las que las vivencias diarias no nos dejan indiferentes. Es una experiencia de cercanía entre nosotros, de descubrirnos vulnerables, de igual a igual, con nuestras dificultades y grandezas. Poco a poco se establece relación con la comunidad de allí y pasan a ser personas referentes, ejemplo de heroicidad. Generosos, cercanos e inclusivos. Dando prioridad a lo importante: la tribu. Haciendo que recuperemos la tranquilidad, el disfrutar de los procesos, de las relaciones humanas, dejando a un lado la inmediatez que aquí nos rige. Permitiendo que fallemos sin emitir juicios, dejándonos vivir en sus casas y recuperando mucho de lo que socialmente aquí tenemos perdido. Los chicos y chicas valoran esto como lo mejor de la experiencia, el poder ser.
Los días de descanso nos permiten viajar por la zona, acercar a los niños de allí a la playa, conocer lugares y realizar actividades que aquí son consideradas como exclusivas por ser caras y reservadas para círculos en los que no encajamos. Poder montar en moto de agua, en quad, ir al parque acuático… puede parecer superficial pero que puedan tener y narrar estas experiencias es trascendente para su vida, una forma de sentir que son parte de una sociedad borracha de todo esto y que contarán con énfasis a sus familias y amigos. Pero no podemos olvidar que son olímpicos emocionales y lo que queda, lo que les trasforma y a lo que acuden en momentos de desaliento es al recuerdo de las sonrisas, las palabras, las anécdotas y las personas que han descubierto.
Una vez que lo vives, te atrapa.
Una experiencia que nos sacude educativa y emocionalmente
Poco a poco se establece relación con la comunidad de allí y pasan a ser personas referentes, ejemplo de heroicidad