¿PARA QUÉ ESFORZARSE? RPJ 559 Descarga aquí el artículo en PDF
Eduardo Granados
e.granados@uptoyoueducacion.com
La Fundación UpToYou—presente en España, México, Brasil y Camerún—promueve la renovación de la educación partiendo de las emociones para el autoconocimiento y la mejora de las relaciones interpersonales. El punto de partida de esta renovación es el curso para educadores.
Un alumno lleva varias clases sin sacar cuaderno ni bolígrafo, mal sentado en la silla y mirando al infinito. El profesor está preocupado por esta actitud y un día le llama al terminar la clase. Tras escucharle y hablar un momento con él, finalmente le pregunta: «¿Y por qué no te esfuerzas?». A lo que el joven responde: «¿Para qué esforzarse?».
«¿Para qué esforzarse?». Dejemos que la pregunta flote afilada ante nuestros ojos.
«Para algunos el esfuerzo es una palabra tediosa. A otros, por el contrario, les parece algo ilusionante. Para unos el inteligente no se esfuerza, pues esforzarse es signo de debilidad. Para otros esforzarse es signo de fuerza interior, de que uno es autor de su propia vida. ¿Cómo entender el esfuerzo? ¿Se ha de educar a la gente para ser esforzada?» (José Víctor Orón, Conoce lo que sientes, p. 201).
Volviendo a la escena inicial, con el adolescente perfectamente desmotivado y sin ningún deseo de esforzarse. La pregunta que plantea el joven es muy adulta: «¿Para qué vale la pena esforzarse?». Es una pregunta que quedará abierta toda la vida. Por eso, el acompañamiento requiere que el educador también se ponga en camino y abra él la pregunta: ¿Qué me motiva? ¿Por qué madrugo cada día? ¿Qué me mueve a actuar?
En el acompañamiento de este joven desmotivado, UpToYou propone como punto de partida el autoconocimiento. Tal y como afirma José Víctor Orón, «la clave de la motivación está en cómo me entiendo a mí mismo. Si me entiendo como persona o como cosa. Me entiendo como cosa cuando reduzco mi persona a meras características comportamentales, psicológicas o espirituales. En cambio, entenderse como persona es saber que uno es más que sus características, que uno es ser de encuentro de intimidad a intimidad, que uno es siempre más» (Conoce lo que sientes, p. 203).
Por tanto, en un primer momento, la clave para promover un esfuerzo que valga la pena nacerá en la interioridad de la persona. En su interior la persona puede descubrir su complejidad personal, y encontrar los rastros de humanidad que esconde ese poco deseo de esforzarse. En un segundo momento se abre la toma de decisiones para la mejora de las relaciones interpersonales.
En la situación con la que hemos comenzado, propondríamos al profesor acompañar al alumno a entrar en sí mismo mediante preguntas: ¿Por qué estás desmotivado? ¿Qué otros sentimientos te surgen con la desmotivación? ¿Qué puedes aprender del hecho de estar desmotivado? ¿Qué motivaciones has tenido en el pasado? ¿Qué ha pasado con esas motivaciones? ¿Por qué?
Así, con estas y más preguntas, el joven comienza un descubrimiento de su propia complejidad personal. Lo que parecía una mera apatía, esconde muchas cosas. Puede que salgan a la luz situaciones dolorosas. Pero también, en su interior el joven puede ir descubriendo elementos de bondad en lo vivido. El joven puede descubrir que sus motivaciones de niño se le han quedado pequeñas, que esa apatía es también un signo de madurez personal, una llamada a crecer.
En UpToYou proponemos agrandar esos rastros de bondad que el joven va percibiendo, en ese estudio de lo vivido. Con estos descubrimientos interiores, irá surgiendo de forma natural en el joven un deseo de ser autor de su propia vida.
Y es en este punto cuando planteamos la toma de decisiones, tomando como base no tanto la pregunta sobre «qué tengo que hacer», sino «quién quiero ser en relación con los demás».
En este momento se abren preguntas nuevas: ¿Cómo esta desmotivación me puede abrir a una relación más auténtica con los demás? ¿Qué otras motivaciones más profundas pueden aparecer para un encuentro más auténtico con los demás? ¿Cuál quiero que sea mi fuerza en relación con los demás?
«Saberse persona, saberse ser de encuentro, hace que el mundo se nos quede pequeño. Uno se llena de fuerza porque sabe que, en el encuentro con el otro, todo cambia. La fuerza proviene de la sorpresa del encuentro y con esa energía nos podemos lanzar con iniciativa a la transformación del mundo» (Conoce lo que sientes, p. 204).
La persona puede descubrir que su «falta de motivación» es en realidad una palanca de crecimiento para nuevas motivaciones más profundas. ¡Bendita falta de motivación si nos ayuda a plantearnos otras motivaciones más auténticas! ¡Bendita desmotivación si se convierte en oportunidad de descubrirme como «ser de encuentro»! ¿Acaso puede motivar a una persona algo que no sea otra persona?
El propósito de UpToYou es acompañar a las personas para que se vayan descubriendo interiormente como seres de encuentro y creadores de mejora en sus relaciones interpersonales.
«¿Quieres que tus hijos y alumnos estén llenos de energías? Quiérelos por lo que son, no por lo que viven y sabrán así que ellos son más que lo que viven. Descubrirán una fuente de energía insospechada. Serán superhombres por la relación y no por la borrachera de creerse no se sabe quién» (Conoce lo que sientes, p. 204).
¿Para qué esforzarse?, es una pregunta que se queda muy corta. La pregunta más humana es la que nos remite al rostro del otro: ¿Para quién me esfuerzo?
Por eso toda crisis de motivación o apatía esconde un crecimiento en mí hacia los demás.
Y por eso quiero acabar lanzándote a ti lector la pregunta para que se quede contigo un rato: «¿Para quién te esfuerzas? ¿Por quién madrugas?».
Para más información puedes visitar nuestra web: www.uptoyoueducacion.com o contactar con Pablo Romero: p.romero@uptoyoueducacion.com
La persona puede descubrir que su «falta de motivación» es en realidad una palanca de crecimiento
Toda crisis de motivación o apatía esconde un crecimiento en mí hacia los demás