ORANDO CON ROGER DE TAIZÉ. TODOS UNIDOS EN LA SENCILLEZ DE LA ORACIÓN – Fernando Arriero

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Fernando Arriero

f.arriero.fms@gmail.com

Paso 0. Ambientación al estilo Taizé

  • Velas 
  • Si no es complicado, algunos ladrillos en los que ir situando las velas
  • Alguna tela de color naranja
  • Una imagen de Roger de Taizé
  • Una Biblia abierta por el pasaje que más tarde se proclamará: Lc 6,12-18.

Paso 1. Introducción

Hacemos silencio exterior y, sobre todo, interior durante unos segundos para tomar conciencia del encuentro orante que se va a vivir. 

La persona que guía la oración puede decir:

En este momento vamos a invitar a un buen amigo para que nos ayude a orar. Se llama Roger de Taizé. Fue quien inició una comunidad monacal ecuménica —de diferentes ramas de cristianos— en el este de Francia en plena guerra mundial.

Él quiso ser acogida y ofreció lo que tenía: silencio, oración, fraternidad. Hoy en día la comunidad de Taizé, que nació en 1949, se ha convertido en uno de los centros espirituales europeos más importantes.

Él decía lo siguiente: «Un corazón sencillo busca vivir el momento presente, acoger cada día como un hoy de Dios. Un corazón sencillo no tiene la pretensión de comprender por sí mismo el todo de la fe. Se dice: es poco lo que yo comprendo, otros lo entenderán mejor y me ayudarán a proseguir el camino. Simplificar la vida permite compartir con los más desprovistos, para calmar las penas, allí donde existe la enfermedad, la pobreza, el hambre… Nuestra oración personal es también sencilla. ¿Pensamos que, para orar, hay necesidad de muchas palabras? No. Sucede que algunas palabras, a veces torpes, bastan para entregar todo a Dios, tanto nuestros miedos como nuestras esperanzas».

Paso 2. Entramos en oración con esta canción: Ubi caritas et amor, ubi caritas Deus ibi est (https://youtu.be/Vvfr_2euIFo?si=s8wSErd82Gx1s2dx)

Paso 3. Se proclama la siguiente lectura del evangelio en varios idiomas.

ESPAÑOL

«En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades». 

INGLÉS

«One of those days Jesus went out to a mountainside to pray, and spent the night praying to God. When morning came, he called his disciples to him and chose twelve of them, whom he also designated apostles: Simon (whom he named Peter), his brother Andrew, James, John, Philip, Bartholomew, Matthew, Thomas, James son of Alphaeus, Simon who was called the Zealot, Judas son of James, and Judas Iscariot, who became a traitor. He went down with them and stood on a level place. A large crowd of his disciples was there and a great number of people from all over Judea, from Jerusalem, and from the coastal region around Tyre and Sidon, who had come to hear him and to be healed of their diseases». 

FRANCÉS

«En ces jours-là, Jésus s’en alla dans la montagne pour prier, et il passa toute la nuit à prier Dieu. Le jour venu, il appela ses disciples et en choisit douze auxquels il donna le nom d’Apôtres : Simon, auquel il donna le nom de Pierre, André son frère, Jacques, Jean, Philippe, Barthélemy, Matthieu, Thomas, Jacques fils d’Alphée, Simon appelé le Zélote, Jude fils de Jacques, et Judas Iscariote, qui devint un traître. Jésus descendit de la montagne avec eux et s’arrêta sur un terrain plat. Il y avait là un grand nombre de ses disciples et une grande multitude de gens venus de toute la Judée, de Jérusalem, et du littoral de Tyr et de Sidon. Ils étaient venus l’entendre et se faire guérir de leurs maladies».

Paso 4. Tiempo de silencio (sin música)

Paso 5. Tiempo de reflexión y compartir

El que guía la oración puede decir: 

«La escena del evangelio que hemos escuchado es como un tríptico en el que cada una de sus partes se necesitan mutuamente:

  • Jesús orando toda la noche, preparando la llamada a quienes serán sus compañeros de misión.
  • La llamada personal, uno a uno.
  • La llamada no es solo para estar con el Maestro sino para ser enviado en misión, para aprender a mirar las necesidades ajenas y ponernos al servicio.

A continuación, podemos compartir las resonancias que la Palabra ha dejado en nosotros. Que este compartir sea acogido como un regalo y que al ofrecerlo a los demás entendamos que también podemos ayudar a quienes no escuchan. El Espíritu posibilita que la vida entregada y acogida se convierta en enriquecimiento comunitario».

Después de que dos o tres personas compartan en voz alta, cantaremos (o escucharemos) alguna de estas canciones:

Paso 5. Invocación final al Espíritu (palabras de Roger de Taizé)

«Espíritu Santo, concédenos
volvernos hacia ti en cada momento.
Aunque a menudo olvidemos que tú nos habitas,
que tú oras en nosotros, que tú amas en nosotros.
Tu presencia en nosotros es confianza
y continuo perdón».

Para terminar, también se puede cantar Laudate omnes gentes, laudate Dominum (https://youtu.be/lOta4Auk414?si=WIou320e3W9YzXQi)