Aún me duele mucho recordar aquellos días. Aunque en ese momento me pareció la decisión más acertada, han pasado varios años y aquella Pascua no deja de rondar por mi pensamiento y mis sueños.
Desde que sucedí a Anás como Sumo Sacerdote siempre hice todo lo que estaba a mi alcance por mantener el orden y la paz en Jerusalén y en toda Galilea. Pero, desde que ese Jesús empezó a moverse por estas tierras, todo cambió. Se atrevió a saltarse nuestras costumbres más enraizadas y la gente, en vez de reprochárselo, le seguía. Todo había funcionado como un engranaje perfecto hasta entonces, pero el pueblo se empezó a agitar, a soñar con una vida diferente y a cuestionar lo que hasta entonces era intocable.
Imaginaros que unas semanas antes de la Pascua, se empezó a extender el rumor de que Jesús había resucitado a un amigo suyo, en Betania. Y no penséis que lo decían 2 o 3 chiflados, no. Todo el pueblo lo creía. Tanto fue así, que pocos días antes de la Pascua, cuando entró en Jerusalén, salieron a recibirle y alabarle como un rey. Muchos del Sanedrín empezaron a presionarme para que hiciera algo.
Jesús, no satisfecho con esa entrada triunfal en nuestra ciudad, también montó un escándalo en el templo. Se atrevió a tirar los puestos de todos los vendían animales para las ofrendas a Yahvé y le acusan de haber dicho ese día que destruiría el templo … ¡¡ y lo reconstruiría en tres días!! ¿Cómo se atreve a blasfemar de esta manera? A partir de ese momento buscamos la forma de prenderle. Cuando finalmente le trajimos a nuestro Palacio aún tuvo la desfachatez de afirmarse como Hijo de Dios delante de todos. Ante esta blasfemia nuestra ley no deja otra opción… Todos en el Sanedrín estuvimos de acuerdo en que Jesús había pisado todas las líneas rojas.
Pero … ahora que ya pasaron varios años, está bastante claro que la muerte de Jesús no impidió que su movimiento siguiera extendiéndose. Muchos dicen que resucitó y les impulsa a vivir y anunciar a Dios de una forma nueva. No puedo dejar de preguntarme, ¿y si fuera él realmente el mesías que llevamos tanto tiempo esperando?
Caifás
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