Hay tantas vocaciones como respuestas a la llamada, como personas que dan respuesta.
Desprenderse de las formas de siempre, estar abiertos. Formas nuevas que nos lleven a nuevos lugares, que aporten frescura de Evangelio.
Renovar los símbolos, hacerlo todo nuevo.
Que las formas no encajonen todo lo nuevo que está por venir, que las forman sean cauce de la vida, solo cauce.
Salir de lo conocido, de lo de siempre para dejar que el Espíritu sople cuando quiera, donde quiera y COMO quiera.
Ser valientes para dar NUEVAS RESPUESTAS, ser valientes para acoger NUEVAS RESPUESTAS.