La mayoría en estos tiempos habla de desconectar y lo “necesario” que esto es. Sin embargo, hoy te invito a conectar.
Todos están deseando desconectar: las vacaciones, el fin de semana, un día de asueto es tiempo de desconectar, se reclama como un derecho y un deber el “necesito desconectar”, que se expresan con frases como “¡qué bueno que ya es viernes porque así desconecto unos días!”
Pero creo que es tiempo de conectar y no de desconectar. Cuando desconectamos nos enajenamos de todo lo que acontece y nos “libera” de la responsabilidad moral.
Necesitamos conectar lo que sucede en nuestro interior, conectar nuestros sentimientos con nuestras historias y memorias, conectar nuestros pensamientos con nuestras acciones, conectar nuestros sueños con nuestros trabajos, conectar nuestra salud con nuestra alimentación y forma de vida. Es necesario conectar con los otros, conectar con la familia, con estas personas a las que sin mirar a los ojos les vemos todos los dias, conectar nuestras conversaciones, conectar nuestros tiempos y luchar juntos por cambiar nuestros mundos, conectar con la comunidad y transformar la sociedad para que sea más justa y con menos hambre y sed, conectar las ciudades y los campos para que unos no sean marginados ni explotados y los otros puedan vivir con dignidad. Es necesario conectar y reconectar con la creación, reaprender a escuchar su clamor, a ver sus necesidades y velar por su cuidado y bienestar, conectar con los ríos y bosques para respirar en libertad, conectar con los animales y frenar su extinción; y dicho de paso, es necesario conectar con la vida-natural y dejar de verla como una materia prima a explotar y comercializar para ser desechada como basura. Es necesario conectar las consecuencias con sus causas, responsabilizarnos y emprender acciones que reviertan los efectos tóxicos que matan, que nos matan lentamente.
Estamos deseosos de desconectar porque lo que hacemos nos cansa y nos hace daño, nuestro estilo de vida es un estilo de muerte que nos cosifica y deshumaniza. Tal vez si vivimos conectados con lo que es realmente importante dejaríamos de mirar el trabajo como una carga y seríamos libres, estaríamos deseosos de ir allá, conectar con los demás y aprender y crear y preservar la vida, conectando nuestros sueños y anhelos con el corazón.
Cuántas personas han desconectado su corazón de su mente y han conectado la mente con la billetera, dejando de lado el “sentir” llevando una vida “sinsentido”.
Te invito a que desconectes de tu vida lo que no te plenifica y conectes con todo aquello que te dá Vida, NOS DA VIDA… [piensalo]
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