Mirar la realidad con esperanza – Equipo RPJ

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Mirar la realidad con esperanza

SESIÓN 1: LA ESPERANZA EN LA VIDA PERSONAL

Objetivos

  • Reconocer la necesidad de la Iglesia para vivir la fe de un modo comunitario y para llevar adelante su misión en el mundo como signo/anticipo del Reino de Dios.
  • Conocer la acción de la Iglesia en el mundo. 
  • Aumentar el deseo de formar parte de ella y participar en todas sus dimensiones: de celebración, de servicio, de comunión y de anuncio. 

Sesión 1 – ¿Qué es la Iglesia para ti?

Tú ante la Iglesia

  • Analizamos la siguiente tabla que aborda diversos aspectos de la Iglesia preguntándonos: ¿te identificas con las siguientes opiniones sobre la Iglesia o actitudes ante ella?

 

 

 

NO

1.- Los pobres tienen un lugar privilegiado entre los objetivos y acciones de la Iglesia. Es una realidad que se concreta en muchos proyectos aquí y en otros países más empobrecidos. Debería darse a conocer más esta acción de la Iglesia.

     

2.- Estoy orgulloso del papa Francisco, es una voz autorizada para la Iglesia y un referente ético para el mundo. 

     

3.- Cuando pienso en la Iglesia que conozco, sus pastores, animadores/as, sus proyectos y actividades, su modo de celebrar la fe, entonces sí que creo que la Iglesia, mucho más que cuando la veo como una gran institución. 

     

4.- No siento que tenga voz ni se me invite a participar constructivamente en la Iglesia. Creo que los jóvenes no somos escuchados ni tenidos en cuenta. 

     

5.- Sé que la Iglesia tiene fallos, pero eso no me impide sentirme parte de ella. Cuando soy monitor/a o catequista de un grupo, o hago un voluntariado, siento que formo parte de una Iglesia que transforma y lleva buenas noticias a las personas y al mundo. 

     

6.- Alguna vez me he quedado sin saber qué decir cuando mis amigos/as han criticado fallos en la Iglesia, o su postura sobre algunos temas discutidos. 

     

7.- Creo que la Iglesia necesita actualizarse en temas importantes como moral sexual, papel de la mujer, diversidad sexual…

     

8.- No tengo ni idea de lo que es la Doctrina Social de la Iglesia. No sabía que la Iglesia tuviera opinión sobre los temas sociales. 

     

9.- No entiendo por qué la iglesia es tan jerárquica. Preferiría que fuera más democrática. 

     

10.- Siento que la Iglesia, con sus fallos, sigue siendo la Iglesia que Jesús fundó, y que permanece fiel a su mensaje y propuesta de vida. 

     

 

Metáforas para definir la Iglesia

Metáforas visuales

  • Vamos a usar nuestro móvil/celular para buscar dos imágenes que para ti expresen bien tu experiencia de la Iglesia: una que sea más positiva y otra que sea más negativa. 
  • Las presentaremos al resto del grupo enviándolas al Whatsapp del grupo, para poder proyectarlas y explicarlas. 
  • A continuación, nos preguntaremos qué imagen pesa más, la negativa o la positiva. 

Expresiones verbales

Elige cuál de estas expresiones crees que le pega más a la Iglesia en la actualidad, y cuál sería la más correcta e ideal hacia la cual tiene que caminar porque todavía no lo es. 

  • Iglesia misterio de salvación
  • Pueblo de Dios
  • Comunión, misterio de la unión íntima del ser humano con Dios y de las personas entre sí.
  • Jerarquía
  • Hospital de campaña
  • En salida
  • Buena noticia
  • Casa de Dios
  • Asamblea de creyentes
  • La ciudad de Dios peregrina en el mundo
  • Cuerpo Místico de Cristo
  • Sacramento de salvación
  • La familia de Dios en el mundo
  • Discípulos y misioneros
  • Barca de pescadores de hombres
  • La Iglesia no es una aduana, es la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas
  • Madre con corazón abierto, que sabe acoger y abrazar a cada persona con misericordia y ternura
  • La comunidad de aquellos que siguen a Jesús y llevan su amor al mundo.
  • La esposa fiel de Cristo

Formulando una definición

  • En parejas o tríos intentamos redactar una definición de Iglesia que nos suene bien y exprese lo que a Jesús le gustaría ver en la Iglesia. 
  • La comparamos con esta que, simuladamente, nos dice hoy Jesús: sacamos parecidos y diferencias. Premiamos al grupo que se haya aproximado más a esta definición.
    • «Yo he venido al mundo para reunir a los hombres en una familia de hermanos y amigos. Quiero que los que crean en mí formen una comunidad, donde se viva la unidad y el amor. A través de esta comunidad yo seguiré presente en el mundo; por su voz, mi palabra llegará a todas las gentes; por su trabajo diario iré mejorando el mundo; a través de toda su vida se hará presente el gran amor del Padre a todos los hombres».
    • «En esta comunidad todos tienen la misma misión, aunque cada uno la realizará con funciones y servicios distintos. En la Eucaristía, que celebrarán en mi nombre, se hará realmente presente mi salvación en medio de los hombres».
    • «Yo he puesto en medio de ella al Espíritu, que le ayudará a superar sus fallos y debilidades. Él la estará animando constantemente en todo lo que haga y diga».

SESIÓN 2: IGLESIA HOSPITAL DE CAMPAÑA – BARCA DE SALVAMENTO

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Cita del papa Francisco

«Veo la Iglesia como un hospital de campaña después de una batalla. Es inútil preguntarle a un herido si tiene el colesterol o el azúcar alto. Hay que curarle las heridas. Luego podemos hablar de lo demás. Curar heridas, curar heridas… Y hay que comenzar desde lo más elemental». Papa Francisco, Entrevista con la revista La Civiltà Cattolica (19 de septiembre de 2013).

  • ¿A qué se refiere el papa? 
  • ¿Cuáles son las heridas que hay que curar?
  • ¿Qué sería «hablar luego de lo demás»?

Una pequeña estación de salvamento

Leemos el siguiente relato y lo comentamos a partir de algunas preguntas:

«En una accidentada costa donde eran frecuentes los naufragios, había una pequeña estación de salvamento: una cabaña y un sencillo barco. El grupo de personas que la atendía vigilaba constantemente el mar y con verdadera vocación ayudaba a todo el mundo que se encontraba en peligro. De ese modo se salvaron muchas vidas y se hizo famosa la estación. Muchos de los habitantes de la zona deseaban colaborar con tan excelente labor y ofrecieron su tiempo y dinero. Se compraron nuevos barcos y se adiestraron nuevas tripulaciones. La cabaña fue sustituida por un edificio cada vez más confortable y lujoso. 

Pero como los naufragios no se producen todos los días, aquel lugar se convirtió en un club de encuentro y diversión. Y así, poco a poco, la estación de salvamento se había convertido para muchos en algo rutinario y molesto. Sin embargo, nunca faltaron personas que vivían completamente entregadas, ilusionadas con su trabajo, siempre dispuestas a salir al mar al sonar la alarma, capaces incluso de arriesgar su vida. A veces se producían enfrentamientos y acaloradas discusiones entre los que querían que las cosas continuasen como antes y los que proponían mirar a los orígenes, volver a los comienzos (la cabaña y el humilde barco) para ser fieles a su auténtica misión. Algunos abandonaron el club, otros fundaron uno nuevo que poco a poco cayó en los mismos defectos. Los que quedaron dentro siguieron luchando por sus ideales y fueron muchos los logros que se consiguieron: la estación fue cambiando lentamente, se despojó de tantas riquezas excesivas, se suprimieron muchas actividades sociales que distraían y ocupaban tanto tiempo, desparecieron muchos títulos, burocracias y protocolos. 

El salvar náufragos se convirtió otra vez en su objetivo principal… ¡Cuánto dolor y sufrimiento costó todo eso! Nunca faltaron problemas de convivencia, seguían existiendo distintas opciones, continuaban los fallos y defectos. Pero gracias a que unos cuantos miraron a los orígenes, aquella estación continúa funcionando y cumpliendo la hermosa misión de ofrecer ayuda a los que son víctimas de tantos peligros en el mar». 

Preguntas para el diálogo

  • ¿Qué te parece esta manera de presentar la Iglesia? ¿Es correcta? ¿Es completa?
  • ¿Crees que a la Iglesia le ha ido pasando este proceso de desencanto y de reactivación? ¿Podrías poner ejemplos de reactivadores?
  • ¿Cómo podemos en nuestra parroquia/movimiento ser más Iglesia hospital de campaña – barca de salvamento’

Canción Náufragos 

Cerramos el momento escuchando la canción Náufragos, compuesta por Toño Casado, que nos habla de que existe una barca que resiste todas las tormentas y rescata a todos los náufragos de la vida. Un regalo para el papa Francisco y todas las personas buenas de este mundo que se empeñan en dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al peregrino, visitar a los presos, socorrer a los refugiados y dar la Mejor Luz que se vio en el mundo y en la historia: El Amor compartido, muerto y resucitado, que calma todas las tempestades.

Náufragos

Hoy la noche del mar se hace dueña

de ciudades plagadas de náufragos.

Hoy intentan llegar a un incierto lugar

que les salve de su tempestad.

Como náufragos buscan su tabla

corazones que intentan no ahogarse.

Y hoy será mi canción como el faro del sol

que les diga que existe una barca

que nos exige etiqueta ni entrada

y les llevará donde encontrarán su amor.

Y remando llegamos mil náufragos,

mil colores, acentos e idiomas,

mil historias, mil sueños, mil lágrimas,

mil sonrisas (súbete a mi barca).

Corazones de niños que aún juegan,

relaciones de afecto y de arena,

mil castillos, proyectos de viento, mil victorias.

Tú vendrás junto a mí en tu barca.

Ya no habrá tempestad, solo magia.

Ya no hay noche sin luz
pues mi estrella eres tú que me llevará
cruzando este mar a mi hogar.

Tú vendrás junto a mí en tu barca.

Ya no habrá tempestad, solo magia.

En la noche del mar y el asfalto,

hoy mi danza se vuelve de agua.

Mi canción es señal para al puerto llegar,

donde un mundo de luces pintar.

En la barca del mundo hay mil sueños,

mil colores remando hacia el puerto.

El latido de Dios marca el ritmo interior

de la barca de tu corazón.

Y remando llegamos mil náufragos…

Tú vendrás junto a mí en tu barca…

Si esta noche te sientes un náufrago

solitario que busca su casa,

aquí puedes llegar, con nosotros remar

hacia un reino de música y paz.

No hay tormenta que pueda rendirnos

pues hay alguien que lleva la barca.

Mil reflejos de mar él nos quiere pintar.

Todos juntos, distintos y hermanos,

esta noche ya no somos náufragos,

pues nos llevará adonde encontrar a Dios.

Nos preguntamos: 

  • ¿Has sido tú un poco náufrago alguna vez? ¿La Iglesia, la comunidad, el grupo, te ha salvado de alguna tempestad?
  • ¿Has sido, tú como cristiano, o tu grupo, Iglesia que salva en alguna ocasión? ¿Cómo?

SESIÓN 3: LA MISIÓN DE LA IGLESIA ES FASCINANTE 

Otros signos de esperanza en nuestra Iglesia

Te invitamos a releer el artículo de Joseba Segura, obispo de Bilbao, titulado El contraste paciente, fuerza y esperanza de la Iglesia. En él se habla de varios motivos de esperanza en la Iglesia. Podemos dialogar sobre ellos, preguntándonos si los estamos percibiendo, dónde y cómo, y si podemos impulsarlos más. 

  1. Nuevas formas de primer anuncio adaptadas a la sensibilidad contemporánea.
  2. Cristianos laicos están descubriendo su vocación específica y su responsabilidad en la misión evangelizadora de la Iglesia.
  3. Desarrollo de la sinodalidad.
  4. Pueblo de Dios que camina en comunión, donde cada bautizado tiene un papel activo en la misión común.
  5. Celebraciones que se viven con autenticidad y profundidad, espacios de encuentro profundo con Dios.
  6. Preocupación por los pobres y marginados.
  7. Familias cristianas continúan siendo espacios donde la fe se vive y se transmite con naturalidad.

La Iglesia hace muchas cosas. 

Nos centramos en la misión activa de la Iglesia en la diversidad de acciones que impulsa 

  • ¿En cuáles de estas actividades participas tú? 
  • ¿Colaboras como voluntario en alguna de ellas?
  • ¿Qué sensación nos deja esta tabla?
  • ¿Crees que se conocen y valoran estas acciones a nivel social?

 

SESIÓN 4: PROPUESTA ORANTE

1) Ambientación

Situamos en el centro de la sala u oratorio esta imagen. En torno a la imagen (grande) podemos poner en tamaño cuartilla la imagen más pequeña y el texto del evangelio que viene a continuación.

2) Motivación

Quien dirige la oración puede decir: 

«En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo que sigue guiando, revitalizando y renovando a la Iglesia. Amén.

Es el Espíritu quien nos convoca a este rato de oración y quien está convocando a miles de cristianos a lo largo y ancho del mundo.

Es el Espíritu quien nos pone a todos, sea cual sea nuestra vocación, al servicio del mundo, desde lo que Jesús mismo nos susurra en su palabra. Así que permitimos que el silencio exterior nos ayude a tomar conciencia de la presencia del Espíritu entre nosotros, aquí en este mismo instante. Él habita en esta Palabra que ahora escuchamos y nos ilumina».

3) Lectura de la Buena Noticia de Jesús según san Mateo (Mt 9,35-38–10,1-4)

4) Testimonios

Leemos un fragmento de uno de los artículos de esta revista, un bonito testimonio de un sacerdote salesiano, José Miguel Núñez (a partir del epígrafe Vivir como un cura).

Dialogamos sobre alguna frase que nos inspire y anime a vivir la Iglesia. 

¿Seríamos capaces de escribir un par de párrafos dando nuestro testimonio de cómo vivimos la Iglesia? Invitamos a los y las jóvenes a redactar dos o tres párrafos y a ponerlos en común en un ambiente de oración y silencio. 

5) 33 El Musical

Tras un momento de silencio para coger la Palabra, profundizamos en ella y la actualizamos visualizando «Somos el coro de los apóstoles» de 33 El Musical.

6) Silencio, oración, reflexión y compartir

Cada joven recibe la imagen y el texto del evangelio que están situados en torno a la imagen grande. El que dirige la oración puede decir:

«Una vez escuchado el Evangelio y la canción del 33 El Musical, miramos la imagen que centra nuestro rato de oración. La contemplamos unos minutos y dejamos resonar en nuestro interior lo que Dios nos quiere decir en este momento. Tras esos minutos, quien lo desee comparte qué razones tiene para la esperanza cuando deja que la palabra “iglesia” se mueva en el corazón, en la mente, en el cuerpo… Compartimos con la certeza de que la oración compartida crea comunidad, crea Iglesia y nos prepara para lanzarnos al mundo a compartir la luz y la vida de Jesús».

7) Plegaria final

Espíritu Santo, te pedimos que nos regales 

una mirada llena de esperanza hacia la Iglesia.

Ilumina nuestros corazones y mentes para que, 

en medio de las dificultades, veamos tu obra viva y transformadora. 

Inspíranos a ser instrumentos de tu amor y misericordia, 

llevando esperanza a un mundo que tanto la necesita. 

Guíanos para ser testigos jóvenes de tu luz,

fortaleciendo nuestra fe y animándonos a construir.