ME RECUERDO TODA LA VIDA CANTURREANDO – luis eGea

Breve historia del recorrido artístico / CD editados

Es difícil establecer un corte donde marcar el inicio de mi relación con la música. Me recuerdo toda la vida canturreando. Lo cierto es que con 12-13 años ya participaba en el coro de mi parroquia pero no sería hasta los 20-21 años que comencé a presentar mis canciones en conciertos. En 2008, dos años después de trasladarme a vivir a Madrid, me decido a entrar en el estudio de grabación “La oveja perdida” del también cantautor Álvaro Fraile y, bajo su producción, editar una maqueta llamada “Sin Previo Aviso”.

¿Qué experiencia cristiana que hay detrás del músico?

Si bien en los últimos años han ido saliendo algunas composiciones más explicitas creo de alguna forma mis creencias, mi forma de querer entender el mundo a la manera de Jesús han estado presentes en todas ellas. Muchas de mis canciones hablan de los márgenes, de los descartados, de aquellos que son los preferidos del Señor. En mi recorrido personal de fe, la música, ya sea en la liturgia o fuera de ella, me ha ayudado a acercarme Cristo, a comprender y sentir su mensaje. Cuando escribo una canción religiosa o “con mensaje” no hago otra cosa que reflejar lo que El me ha ido revelando.

Dónde se pueden escuchar tus canciones.

El medio más ágil es acceder a mi canal www.youtube.com/luisegeacantautor. No están todas las que son pero si son todas las que están.

A qué pasaje de la Biblia te gustaría ponerle música, o si la has puesto ya… 

Me siento muy identificado con Mt 5 13-16 y hace poco escribí una canción breve, a modo de antífona para repetir, sobre la sal y la luz. También compuse una inspirada en Corintios 13 que incluso he cantado en conciertos laicos. Pero sí que hay varias en las que recojo por ejemplo la amistad de Jesús y Lázaro, el amor del Padre al hijo pródigo, el encuentro de Jesús y la samaritana en la fuente.

Cuál sería el concierto de tu vida (lugar, asistentes, momento, espacio…)

Pues fíjate que en esto no tengo grandes expectativas. Para mí la magia de un concierto es poder ser instrumento en ese momento para transmitir un mensaje, para poder emocionar al otro y, si se trata de un concierto de música cristina, poder acercarle a Dios. De hecho me pidieron dar un “concierto-oración” en un retiro de adviento, ante 8 personas y es de las experiencias más bonitas que recuerdo. Quizás porque en lo sencillo, en lo pequeño se esconde mucho de la grandeza de Dios.