LA RELACIÓN MÁS AUTENTICA – @JavierGregorio_

Desde bien pequeños, la amistad es un tema tratado en profundidad, aprendido en la escuela y en la familia, en ocasiones con preguntas inquisidoras que llenan tu infancia – «¿Cuántos amigos tienes? ¿Cómo se llaman? »– Años más tarde, el asunto va cambiando –«Tengo 80 amigos en tal red social»- o -«tengo muchos amigos en el pueblo, en la playa…»– y, finalmente, tras una adolescencia madurada, uno se va dando cuenta de quienes son sus tesoros por los que daría la vida. 

Y es que tener amigos también trata de construir puentes y tender la mano al prójimo. En «Christus vivit», Francisco nos reserva un espacio para hablar de la amistad que muestra como «un regalo de la vida y un don de Dios» (puntos 150-157). No puedo estar más de acuerdo con el Pontífice: los amigos de verdad son un reflejo de Dios, a nuestro lado en las situaciones buenas y en las no tan buenas. Siempre a tu lado. 

Decía Santa Teresa de Jesús (una santa que nos podría dar más de una lección a todos) que, «La amistad es la realización más auténtica de la persona». Como cristianos no podemos dejar de lado una amistad superior que llega a unirnos a todos. TenerLe en el centro de nuestras vidas, con los actos y con la oración. La amistad con Jesús puede que no sea la amistad más fácil o llevadera, pero será la que nunca te va a fallar y la que nos da la verdadera felicidad. 

@JavierGregorio_