Tomado de ECLESALIA, 31/12/18.- En estos días de Navidad, los buenos deseos circulan por las redes como pesca abundante, se multiplican en múltiples formas y se reenvían de manera inmediata.
Comparto con mi familia extensa un grupo de whatsapp en el que contamos noticias, felicitamos cumpleaños, mandamos buenos deseos… y, de vez en cuando, alguna reflexión.
El día de los Inocentes nos llegó un vídeo: «El año 2018 llega a su fin. Fotografía: Luis Bernuy. Algunas cosas de 2018». A partir de los datos de ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) sobre las llegadas de migrantes a España en este año, con las cifras de muertos y desaparecidos, el reportaje trata de responder a la pregunta «¿por qué ocurre esto?» Incluye una cita de Melissa Fleming, directora de comunicación y portavoz de ACNUR y las palabras del poeta argentino Raúl González Tuñón: «Contemplando el mundo uno aprende a luchar por todo aquello que puede embellecerlo y contra todo lo que lo afea». Con ello se da paso a una especie de argumentación fotográfica sobre los motivos por los que tantas personas arriesgan sus vidas en viajes tan peligrosos, por «la persecución, los conflictos y las violaciones de los derechos humanos».
Yo, personalmente, me quedé un tanto perplejo por el contenido aparentemente bienintencionado del vídeo, que deseaba, al final, «un mejor año 2019 para todo el mundo». Nadie de la familia reaccionó, salvo mi sobrina María, joven universitaria de «Relaciones Internacionales», que lo hizo, pocas horas después, con una reflexión fruto de su estudio personal, sus inquietudes sociales y su afán por ver la realidad en toda su profundidad:
«Es genial que se difundan vídeos así, pero las causas de la migración no creo que radiquen en ser un pueblo nómada o plantar arroz. En el caso del arroz no sería por la plantación en sí, sino por todo lo que sucede a su alrededor, lo mismo con el café o el cacao. Estos casos los desconozco, pero sí puedo hablar de Marruecos o de Tanzania, donde la pesca se exporta casi en su totalidad, quedando a precios desorbitados para la gente local. En Senegal empieza a ser por el cambio climático, además de los barcos pesqueros europeos que llegan desplazando así a los locales. Volviendo a India, resulta que Coca Cola controla una gran parte de los acuíferos del país, además de devolver agua sin depurar (contaminada), igual ocurre en México con un acuífero muy rico en Chiapas.
Al final mucha responsabilidad la tienen la explotación de recursos (y de la gente). Y una causa que no está presente en las imágenes son las guerras, por lo tanto, una violación sistemática de derechos humanos, como en Siria, Afganistán, Yemen o Irak o los conflictos derivados de dividir en estados sin atender a ningún tipo de lógica (además de tener dirigentes-títeres, si los tienen), como Sudán y Sudán del Sur, Camerún o Eritrea. También la ocupación de territorios como la del estado israelí en Palestina. O, sin llegar a ser una guerra, la actividad de grupos terroristas como Boko Haram en Nigeria o Mali.
Por último anoto que las llegadas a España han aumentado por el cierre de las otras dos rutas alternativas para llegar a Europa (aunque los que reciben un mayor número de personas y proporción son los de la zona, por ejemplo Líbano, con un 20% de población refugiada), que eran a través de Turquía y Libia, países con los que la Unión Europea ha firmado acuerdos para el cierre de fronteras, no para dar una alternativa a estas personas que solo buscan un lugar donde se respeten sus derechos (y ni siquiera en Europa lo encuentran). Las causas que he escrito solo son algunas, la realidad, como siempre, es mucho más compleja. Abrazos, familia».
Sí, María, la realidad es mucho más compleja y las causas de que en este año que termina 58.963 personas se jugaran la vida por llegar a nuestro país y 748 murieran o desaparecieran, muy diversas; pero todas las que apuntas las tomo como ciertas. Más temo las que no sabemos, aquellas que están enraizadas en nuestra forma de vivir en nuestra sociedad del bienestar, a costa de que tantas y tantos sufran «persecución, conflictos y violaciones a los derechos humanos». Como en el vídeo, también deseo «un mejor año 2019 para todo el mundo», pero con tu mirada. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).