La pastoral en el tiempo libre educativo – Xavier Nus i Garrell

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LA PASTORAL EN EL TIEMPO LIBRE EDUCATIVO

Xavi Nus Garrell,  @xavi_nus, https://www.peretarres.org/es

Xavi Nus es presidente del MCECC de la Fundació Pere Tarrés. El Moviment de Centres d’Esplai Cristians Catalans (MCECC) de la Fundació Pere Tarrés es una federación que agrupa más de 200 centros de tiempo libre educativo de las diócesis de Barcelona, Terrassa, Sant Feliu de Llobregat, Lleida, Solsona, Tarragona, Tortosa, Urgell, Mallorca y Menorca. Sus centros acogen más de 25.000 niños/as, adolescentes y jóvenes, gracias a la tarea educativa y voluntaria de más de 4.460 monitores y monitoras.

Actualmente en nuestra sociedad el ocio es un elemento central de la vida de las personas. En los últimos años su importancia ha ido creciendo progresivamente hasta convertirse en una de las experiencias más significativas. Pero, en muchos casos, la visión del ocio que la sociedad impone es a menudo una visión parcial y deformada. El tiempo libre se ha convertido en un tiempo de consumo y de evasión. Es un ocio que hace olvidar los propios problemas y que dirige a las personas a evadirse de los compromisos que tendría que asumir con él mismo, con la sociedad y con Dios. Recluirse en la vida privada, disolverse en la masificación, abocarse al consumo, sentarse pasivamente horas y horas ante el televisor, con videojuegos o plataformas de vídeo, o huir del mundo a través de internet y las redes sociales… es la tentación de nuestros niños y jóvenes. El ocio actual fomenta una visión competitiva de la vida, favorece el consumismo y aboca a la pasividad, al individualismo o a la superficialidad.

La propuesta del tiempo libre educativo se caracteriza fundamentalmente para considerar el ocio como un momento privilegiado para la educación y el crecimiento personal. Propone un ocio vivido con sentido y de manera personalizada, donde todo el mundo pueda crecer y desarrollarse libremente para ser cada vez más persona y sea así educado en todas sus dimensiones. Esta manera de vivir el ocio es lo que se pretende en las entidades de tiempo libre educativo cristiano.

La acción educativa en el tiempo libre educativo es vivida en un ambiente lúdico, marcado por la aventura, la creatividad, la amistad, el contacto con la natura, la alegría y la fiesta. A través del tiempo libre se pretende hacer una educación integral que alcance todas las dimensiones de la persona y dé orientación y sentido global en su vida. Con el juego y las actividades se genera una convivencia y un sentimiento de grupo des de donde se puede educar comportamientos, actitudes y valores con la intención que transciendan a todas las otras situaciones de la vida, transformándola.

A través del tiempo libre se pretende hacer una educación integral que alcance todas las dimensiones de la persona

La relación educativa en el tiempo libre educativo es la mutua interacción que se da entre los educadores, los niños, adolescentes, las familias, las parroquias, las entidades. Esa relación se basa en el respeto mutuo, en el reconocimiento de la riqueza personal de cada cual, en la autenticidad y en el trato sencillo, en la sensibilidad del educador para captar e interpretar las necesidades, en el entusiasmo para aprender, experimentar y convivir. Esta es una relación de complementariedad —no de dependencia— entre la persona, el grupo del cual forma parte y el equipo educativo. Porque, tal y como nos recuerda etimológicamente la palabra educar, «educere», quiere decir sacar el que hay dentro, ofreciéndole un modelo de vida.

Tenemos que poner en valor ese tiempo libre educativo realizado desde una perspectiva comunitaria; una comunidad de familias, monitores/as, responsables, animadores, consiliarios, niños y niñas, jóvenes y adultos que trabajan conjuntamente, desde una opción de voluntariado y con un gran espíritu de servicio y entrega los demás, en el marco de las parroquias o comunidades cristianas.

El trabajo pastoral en los grupos de tiempo libre

Los grupos de tiempo libre educativo son un lugar de frontera, un sitio de encuentro entre personas de todas las condiciones. Personalmente me gusta compararlo al jardín de nuestra parroquia, un sitio que tenemos que cuidar y que nos sirve para que toda persona se sienta acogida, escuchada, respetada y donde encuentre personas que den testimonio de Jesús y que trasmitan la alegría de la buena nueva que nos trajo el Cristo. La pastoral en esos grupos permite salir a las periferias, y eso les dota de un enorme valor para la Iglesia.

El proyecto educativo de estas actividades nace de un reconocimiento de la vinculación profunda de la persona humana con la dimensión espiritual y, por tanto, de la necesidad de acompañar a los niños y niñas, adolescentes y jóvenes para vivir activamente esta vinculación. Para que Dios se pueda hacer presente, hay que ofrecer oportunidades y experiencias, sembrando pequeñas semillas en espacios de interioridad, de contemplación, de diálogo y de preguntas.

Para que Dios se pueda hacer presente, hay que ofrecer oportunidades y experiencias, sembrando pequeñas semillas

Trabajar la dimensión espiritual es un proceso, un proceso en el cual debemos construir e ir dando herramientas a los niños, jóvenes, monitores/as para que se dé la apertura a lo trascendente. Este proceso o camino es el que nos plantea Juanjo Fernández en el libro Animació de la Fe en el Lleure[1]:

  • La interioridad: donde resuena interiormente lo que recibimos del mundo exterior. Es el ámbito que acoge las diferentes acciones o movimientos no tangibles: sentir, experimentar, imaginar, razonar, querer, asumir, recordar… El ámbito del «sentir y experimentar las cosas internamente».
  • La espiritualidad: es la capacidad de búsqueda y de preguntarse por el sentido de la vida y por el sentido de lo que pasa a nuestro alrededor.
  • La trascendencia: los referentes últimos que dan sentido a la vida: Dios, valores que nos «descentran», elementos que nos ayuden a afrontar la limitación y la contingencia propias de la naturaleza humana.
  • El cristianismo: creemos en el mensaje de amor de Jesús de Nazaret y llevamos una vida de acuerdo con lo que dijo e hizo, con el deseo de hacer un mundo más justo para todos

En las actividades de tiempo libre no hacemos catequesis, pero propiciamos espacios para el descubrimiento, la vivencia y el encuentro con Jesús. En el Manual de la animación de la fe del MCECC podemos encontrar:

  • Espacios de silencio/reflexión/oración: que pueden ser los «buenos días», «buenas noches» y otros momentos que permitan la reflexión sobre uno mismo/a
  • Espacios de diálogo y de relación interpersonal: donde trabajar la asertividad, la tolerancia, la escucha activa… donde crecer en diálogo con las personas que nos rodean. La vida no es solo jugar digitalmente o disponer de bienes materiales, sino que ciertas visiones y vivencias nos llenen. Cuando somos capaces de ayudar o de dejarnos ayudar por otro niño/a en una excursión, o cuando alguien me deja alguna cosa, o… La experiencia de la gratuidad está en la base de nuestra fe: Dios nos quiere obstinadamente y toma reiteradamente la iniciativa.
[1] Juanjo Fernández Sola, Animació de la Fe en el Lleure. Formació per Educadors/es en el Lleure, Barcelona, 2018.

 

La experiencia de la gratuidad está en la base de nuestra fe

  • Las excursiones: donde estar en contacto con la naturaleza, pueden tener experiencias de contemplación, de gratuidad. Subir una montaña, ver salir el sol, descubrir las estrellas por la noche, o cantar juntos, son momentos excepcionales para captar que quizás haya realidades superiores a las nuestras.
  • Las actividades realizadas: talleres, juegos, danzas, canciones donde la presencia y la educación en valores nos van formando como persones y nos hacen crecer espiritualmente.
  • Lo cotidiano: la fe no es fundamentalmente un momento, un espacio… es una manera de estar en el mundo y de vivir a tiempo completo. En las actividades de los grupos de tiempo libre educativo la vida hierve, hay situaciones que afectan a la relación entre personas, los servicios que ofrecemos, que tocan nuestras emociones. Confrontarlas con la vida cristiana, y dejar que lentamente, suavemente, Dios vaya haciendo su trabajo y que forme parte indisociable de mi vida y mi fe.
  • Momentos celebrativos: para ayudar a enlazar la vivencia con la fe, los tiempos litúrgicos son momentos que pueden aportar a través de la simbología y la pedagogía, elementos para crecer en la fe.
  • Hacer equipo: la fe se vive en comunidad. Los grupos de tiempo libre educativo son también una comunidad de monitores/as, niños/as y posiblemente familias, insertadas en una comunidad más amplia que es la parroquia o el colegio. Ciertamente la fe se hace atractiva porque hay personas que la viven con intensidad, autenticidad, la hacen creíble con su testimonio y la celebran. Los grupos de tiempo libre educativo a menudo tienen esta dimensión de equipo cohesionado, ilusionado, que puede favorecer esta fe en los niños y niñas. Son pequeños oasis en la vida de los barrios y de los pueblos.
  • El servicio al prójimo: la fe cristiana es sobre todo amor y justicia, opción para los más pobres. En los grupos de tiempo libre educativo, por el tipo de actividades educativas que realizamos y por la relación entre los monitores/as, se da una oportunidad privilegiada de vivir este doble mensaje. Los educadores lo dan todo a las familias y a los niños y niñas por su crecimiento. Tiempo, ilusiones, afecto… de manera gratuita. Por otra parte, la metodología de los grupos de tiempo libre educativo utiliza generalmente el territorio donde se encuentran, las necesidades sociales, el trabajo por proyectos… para hacer de la acción comunitaria un elemento central de su praxis educativa. Es necesario identificar situaciones injustas, analizar causas y proponer actuaciones, siempre como elemento educativo y de crecimiento de los niños y niñas y de los y las adolescentes. Muchos de estos grupos de tiempo libre educativo se esfuerzan para que niños/as en situaciones de grave vulnerabilidad participen en estas actividades, sin excluir a nadie. Muchos centros de educación en el tiempo libre constituyen experiencias de que el Reino de Dios ya está aquí.

La fe no se puede forzar o imponer, sino ofrecer y proponer

El crecimiento espiritual supone paciencia y personas con la capacidad de ir sembrando, ofreciendo el estilo de vida y los valores de Jesús, con paciencia y mucho amor, porque la fe no se puede forzar o imponer, sino ofrecer y proponer

 ¿Quién acompaña a los que acompañan?

Los monitores y monitoras de les grupos de tiempo libre educativo, jóvenes que realizan esta tarea educativa de forma voluntaria, acompañan a los niños y jóvenes de los grupos en su crecimiento y son ejemplo para ellos. Como Jesús con sus discípulos en el camino a Emaús (Lc 24,13-33), las personas educadoras caminan junto a los niños y niñas, ni delante ni detrás, siempre al lado.

Ahora quiero plantear una pregunta que es muy importante, «¿quién acompaña a los que acompañan?». Y, por tanto, ¿quién cuida al equipo de personas educadoras? En su tarea se hace necesario encontrar momentos de parada y de reflexión para:

  • Plantear qué se hace, cómo se hace y cómo lo podemos mejorar.
  • Formarse.
  • Ver cómo están como equipo y qué tiempo se dedican.
  • Velar por su crecimiento humano y espiritual.
  • Desvelar preguntas y buscar respuestas.

El responsable del centro tiene que velar por su equipo, pero hay que poder contar también con la figura del adulto referente del centro. Este adulto, quizás un padre o una madre del grupo, un antiguo educador o educadora, el rector o alguna persona de la comunidad de referencia. Esta persona tiene que realizar un acompañamiento integral a los monitores y monitoras, esto quiere decir andar a su lado, siendo presente, escuchando y proponiendo para que mejoren su tarea, pero, sobre todo, para que crezcan como personas, igual que los monitores/as hacen con los niños y niñas.

Hay que poder contar también con la figura del adulto referente

En el cuarto capítulo de Christus Vivit encontramos:

Un Dios que es amor

  1. Ante todo quiero decirle a cada uno la primera verdad: «Dios te ama». Si ya lo escuchaste no importa, te lo quiero recordar: Dios te ama. Nunca lo dudes, más allá de lo que te suceda en la vida. En cualquier circunstancia, eres infinitamente amado.

 El acompañamiento de los adultos

  1. La comunidad tiene un rol muy importante en el acompañamiento de los jóvenes, y es la comunidad entera la que debe sentirse responsable de acogerlos, motivarlos, alentarlos y estimularlos. Esto implica que se mire a los jóvenes con comprensión, valoración y afecto, y no que se los juzgue permanentemente o se les exija una perfección que no responde a su edad.

Los monitores y monitoras de los grupos necesitan encontrar en su comunidad de referencia ese acompañamiento con comprensión, valoración y amor, sin ser juzgados, donde encuentren y sientan esa primera verdad que «Dios te ama», Como Iglesia debemos dar respuesta a esa necesidad.

Referencias bibliográficas

  • Exhortación apostólica postsinodal Christus Vivit.
  • Directorio de pastoral para los Centros de Esplai Cristianos.
  • Juanjo Fernández Sola, Animació de la Fe en el Lleure. Formació per Educadors/es en el Lleure, Barcelona, 2018.
  • Àngel Jesús Navarro Guareño y Xavier Marín Torner «El diálogo interreligioso en los centros de tiempo libre», en VV.AA., La direcció d’activitats i entitats de lleure infantil i juvenil, Barcelona 2006.
  • Materials per a l’animació de la fe als Centres d’Esplai, Barcelona, 2016.

 

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