Niña: ¡Eres tú! – dice sorprendida.
El Maestro sonríe y le guiña un ojo.
Niña: Juegas, cantas, oras y estás conmigo siempre pero eres tú.
Maestro le muestra un libro.
Niña: No sé leer, qué dice ahí e insiste: ¡eres tú!
El Maestro sonríe y muestra la única frase que tiene el libro.
Niña: Dime, vamos, quiero saber que dice.
El maestro lee:
“… el que reciba a esta niña en mi nombre, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe a aquel que me ha envió.”