LA IGLESIA DE FRANCISCO ES PARA TODOS RPJ 564 Descarga aquí el artículo en PDF
Juan Carlos de la Riva
En el momento de escribir esta motivación a la RPJ 564 se siguen escuchando ruidos de sables en torno a la Fiducia supplicans y las bendiciones a parejas homosexuales, tanto que frente a las campañas anti-Francisco ha comenzado a moverse el posicionamiento «Yo estoy con Francisco».
Las campañas antiFrancisco de unos pocos (lástima que bastantes de ellos pertenezcan al episcopado español) no han conseguido apagar aquel TODOS, TODOS, TODOS que Francisco dirigía a los jóvenes en Lisboa. «Nadie es inútil, nadie es superfluo, hay espacio para todos. Así como somos, todos… Padre, pero yo soy un desgraciado, soy una desgraciada: ¿hay lugar para mí?»: hay lugar para todos». Porque «Dios nos ama, Dios nos ama como somos, no como quisiéramos ser o como la sociedad quisiera que fuéramos: como somos. Nos ama con los defectos que tenemos, con las limitaciones que tenemos y con las ganas que tenemos de seguir adelante en la vida. Dios nos llama así: tengan confianza porque Dios es padre, y es un padre que nos ama, un padre que nos quiere».
Dios nos ama, Dios nos ama como somos, no como quisiéramos ser o como la sociedad quisiera que fuéramos: como somos
La Misericordia de Dios y la necesidad de salir hacia todos nos llega desde el primer momento de su pontificado, y también desde el inicio de su vocación sacerdotal. Su lema, Miserando atque eligendo, Misericordeando y eligiendo, es una frase de uno de los padres de la Iglesia del siglo VII, Beda el venerable, en un comentario de la vocación de Mateo: «Vio Jesús a un publicano y como le miró con sentimiento de amor y le eligió, le dijo “Sígueme”». Con 17 años Francisco, sentado en una iglesia de Buenos Aires escuchó estas palabras y le llegaron al corazón. «Esa fue precisamente la manera con que yo sentí que Dios me miró durante aquella confesión. Y esa es la manera con la que Él me pide que siempre mire a los demás: con mucha misericordia y como si estuviera eligiéndolos para él, no excluyendo a nadie, porque todos son elegidos para el amor de Dios. Es uno de los pivotes de mi experiencia religiosa: el servicio para la misericordia y la elección de las personas en base a una propuesta. Propuesta que podría sintetizarse coloquialmente así: “Mirá, a vos te quieren por tu nombre, a vos te eligieron y lo único que te piden es que te dejes querer” Esa es la propuesta que yo recibí».
Queremos en este número reflexionar con los jóvenes para articular una pastoral que tenga en cuenta este principio de Francisco, que entronca tan directamente con la actitud de Jesús de ser Buena Noticia y abrazo amoroso de Dios para todas las personas.
En este número te hablaremos de algunos aspectos importantísimos para que la Iglesia sea la casa de todos, y no el reducto de unos elegidos.
Por un lado, Juan Ignacio Damas nos hablará del primer anuncio, esa gran tarea de la pastoral juvenil de no contentarnos con los que ya tenemos, sino poner a nuestros jóvenes a misionar, a enamorar, a hacer de su vida testimonio para aquellos que no saben de esto. Con rigor nos explica Juan Ignacio los procesos para este primer anuncio y nos invita a hacerlo con valentía.
Hemos querido también reflexionar mucho sobre la pluralidad en la Iglesia y Enrique Fraga nos invita a ello en su artículo.
Retomamos la parábola que mejor habla de evangelizar, que es la del sembrador, y nos preguntamos acerca de ese entusiasmo de Jesús para soltar la semilla en todo terreno, desparramando: así nos lo cuenta Chema Pérez Soba.
La propuesta de oración de Fernando Arriero es una propuesta del hermano Roger, que nos dejó en herencia esa preciosa comunidad abierta a tantas personas diferentes en su encuentro con Dios.
Miriam Subirana nos invita a la escucha generativa, cuando se da esa conexión con el diferente, que me hace dudar de si tengo razón y me transforma. En la misma línea José Antonio Rosa Lemus reflexiona sobre la soberbia.
Dos nuevas firmas nos ayudarán a llevar nuestros temas al terreno educativo: Almudena Coles y José María Martínez Mañero. Nos invitan esta vez a una escuela inclusiva, lugar de encuentro, primer anuncio y acogida.
Y no podía faltar una atención especial a la Iglesia en acogida a determinados colectivos que desde ya se están sintiendo parte de la misma: por un lado las personas con discapacidad, cconoceremos el proyecto Naim como experiencia de catequesis a personas con diversidad funcional; por otro el colectivo LGTBI+ donde desde Crishom nos siguen invitando a abrir las puertas a su amor sin prejuicios.
Junto a todo esto, las secciones habituales sobre música, cine, arte, los artículos de opinión, las propuestas de cambio social… en fin, una nueva RPJ para ponerte a soñar con la Iglesia donde todos cabemos.
Hemos querido también reflexionar mucho sobre la pluralidad en la Iglesia.