LA FELICIDAD PLENA Descarga aquí el artículo en PDF
Badú
DESCUBRE TU VOCACIÓN Y VIVE CON PASIÓN
En un mundo que nos bombardea con promesas de felicidad instantánea, muchas veces caemos en la trampa de buscar alegría en cosas pasajeras: redes sociales, éxitos momentáneos, placeres inmediatos. Sin embargo, estas alegrías, aunque brillantes, se desvanecen rápido y dejan un vacío que parece que nunca se llenará.
La felicidad plena no está en lo efímero, sino en descubrir para qué fuimos creados: nuestra vocación. Dios tiene un plan único para cada uno de nosotros, un llamado que nos lleva a vivir con propósito y profundidad. Descubrirlo es el primer paso hacia una alegría que no se apaga. Tu vocación es ese lugar donde tus dones, tus sueños y el amor de Dios se encuentran. No es una carga, sino la llave para encontrar quién eres realmente.
Como Pasionistas, contemplamos el modelo perfecto de esta felicidad que Jesucristo nos dejó: su pasión. En la cruz, Jesús vivió su vocación hasta el extremo, entregándose por amor. Su felicidad no dependió de evitar el sufrimiento, sino de abrazarlo como parte de su misión, suena a locura, lo sé. Su entrega nos recuerda que el amor verdadero siempre implica salir de nosotros mismos, darlo todo, incluso cuando cuesta (la vida).
A menudo confundimos felicidad con comodidad. Pero las cosas que solo buscan nuestro bienestar inmediato nos desgastan y no nos conducen a nada profundo. En cambio, vivir desde la vocación nos da una alegría que trasciende los momentos difíciles, porque está enraizada en el amor y el servicio. Como decía san Agustín: «Nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti».
Hoy Jesús te invita a dar un paso más allá de las alegrías pasajeras y a buscar algo eterno. ¿Cómo empezar? Dedica tiempo a la oración, escucha su voz en el silencio y ábrete a amar en las pequeñas cosas de cada día. No estás solo: camina junto a otros que comparten tus valores y descubrirás que este camino, aunque desafiante, está lleno de gracia.
La felicidad plena no se encuentra en lo superficial, sino en el amor profundo y en vivir con propósito. Al igual que Jesús, nuestra felicidad está en entregar la vida. Entonces, ¿te atreves a descubrir tu vocación y vivir con PASIÓN?