Yo llevo tiempo sin vivir mi fe en comunidad por diversos procesos personales y, en este tiempo, estoy aprendiendo a ver las cosas que me faltan ahora mismo:
- Me falta saber ver a las personas por lo que son y no por lo que espero de ellos por mis prejuicios.
- Me falta escuchar, prestar atención de verdad a la vida de otra persona y ver cómo su voz en mí.
- Me falta ese rato de reunión en el que pongo palabras a lo que llevo dentro y descargo un poco el peso de mis hombros al compartirlo.
- Me faltan colores que puedan dar distintos matices a mi visión. Con los míos pinto el paisaje siempre igual.
- Me falta la calidez que aporta una comunidad que rema junta y comparte pan, camino y casa.
- Me faltan historias que se entremezclan y van escribiendo poco a poco el libro de mi vida.
Todo esto es lo que me ha aportado en el pasado tener una comunidad. Cuéntame, amigo, ¿Qué otras cosas te aporta a ti tu comunidad? ¡Estaré pendiente de los comentarios!
Alfonso Moreno