Eamonn Doyle es un fotógrafo irlandés, productor de música electrónica, DJ, propietario y gerente del sello discográfico D1 Recordings. Sus libros de fotos autoeditados incluyen la trilogía I, ON y End, ambientada en Dublín, donde vive.
K es la última de sus series fotográficas, tomadas en paisajes de la costa occidental de Irlanda y de las tierras de Extremadura. La muerte, la ausencia y presencia de los que hicieron el tránsito, es su motivo clave.
Cioran, el hermano de Eamonn, murió repentinamente en 1999. Desde entonces y hasta su muerte en 2017, Katherine, su madre, escribió a su hijo fallecido cartas, hablándole directamente. El dolor por la pérdida y la inversión del que ella entendía orden natural de las cosas quedaron reflejadas en unas misivas que, posteriormente, Eamonn emplea como uno de los estímulos para su contemplación fotográfica.
Músico a su vez, el fotógrafo irlandés transforma las imágenes en una forma visible del tradicional Keen, lamento poético por los difuntos. Eamonn Doyle toma de la forma musical el carácter coral de las imágenes, los gestos que incluyen inclinaciones y torsiones. Sin embargo, el rasgo capital de sus fotografías es un símbolo que todas las culturas han empleado para expresar la ausencia, la separación y el dolor: los velos, sudarios o envolturas. Ellos representan la desaparición definitiva del rostro de las personas queridas, y su progresivo olvido; la separación de su mundo respecto del de los que permanecen sobre la tierra, y su pérdida de la identidad con la nos resultaban reconocibles. Mas también su presencia continuada e inapelable, en una forma tan desconocida como fantasmal y brillante, perenne pero sin el paisaje sobre el que podrían seguir actuando.
K es una reflexión sobre la presencia de la muerte entre nosotros como realidad actual y no como profecía sobre nuestro propio futuro, un interrogante que Eamonn Doyle deja sin pregunta. Coincido con él en el profundo respeto que muestra al dolor inconsolable y agradezco ser acompañado sólo por un lamento. Paseando entre sus imágenes, intuyo que sólo el silencio esperanzado puede ser el otro amago de compañía, a la espera, como dice San Pablo, que nos sea arrancado definitivamente el velo (2Cor 3,10-18).
Las fotografías de la serie K forman parte de la exposición que la Fundación Mapfre de Madrid dedica a Eamonn Doyle y que permanecerá abierta hasta el 26/01/2020.