Las segundas oportunidades rara vez aparecen y, sin embargo, pueden literalmente dar un cambio de rumbo a tu vida

​Con toda esta situación que estamos viviendo por culpa de la pandemia del coronavirus Covid19, no son pocas las voces que se empiezan a preguntar si no será el momento de replantearnos el orden de prioridades en nuestra existencia, de centrarnos en lo que realmente importa, y de que todas las muestras de solidaridad individual que vemos cada día se conviertan en una costumbre bien asentada. La vida de alguna manera nos está dando una segunda oportunidad para cambiar las cosas. Ojalá seamos capaces de aprovecharla. Y es que las segundas oportunidades rara vez aparecen y, sin embargo, pueden literalmente dar un cambio de rumbo a tu vida. Y si no que se lo cuenten a nuestro invitado en el artículo de hoy, a quien una leucemia le hizo mirar frente a frente el rostro de la muerte siendo tan solo un crío. Pero los planes de Dios eran otros. Había que dar salida a esos talentos y ponerlos al servicio de los demás. Hoy os presento a Jesús Cabello.

Jesús recuerda su infancia en Puente Genil (Córdoba) como la de cualquier crío, una infancia absolutamente normal, pues no sería hasta su adolescencia cuando supo por sus padres de la enfermedad que había sufrido de niño y de lo milagroso de su recuperación. No hace falta motivar mucho a un adolescente para que algo así se convierta en un revulsivo que le empuje a buscar respuestas. El ingreso de su hermano Pedro en el seminario tuvo dos consecuencias, por un lado, fue el golpe de gracia que le llevó a encontrarse con Dios en unos ejercicios espirituales, y por otro lado fue el empuje que necesitaba para animarse a llenar su música de experiencia de fe.

Si tuviera que definir el estilo musical de Jesús Cabello, os diría que ha evolucionado igual que los Pokemon, desde un pop rock con toques de folk y un sonido contundente, con una clara influencia del mainstream americano, hasta un pop más melódico y actual, con algunos toques electrónicos. Pero si tuviera que destacar un rasgo personal de Jesús Cabello sería sin duda su profesionalidad. Cuando venimos de una realidad de muchos años en la música católica de nuestro país donde la falta de calidad nos hacía, y permitidme el símil futbolístico, jugar en segunda o tercera división, es un soplo de aire fresco encontrarse con alguien que se toma en serio su vocación musical y que tiene claro que si no estamos a la altura de la calidad musical que suena en las emisoras de radio, el mensaje del Evangelio no llega a aquellos que más lo necesitan, los que están alejados de Dios. La producción musical de sus canciones y la cuidada calidad de sus directos así lo atestiguan.

Conocí personalmente a Jesús Cabello hace unos años en uno de los primeros Encuentros de Músicos Católicos en Madrid. Por aquel entonces desde el sello discográfico Santafé Producciones empezábamos con la aventura de empezar a distribuir música católica en las plataformas digitales y, casualmente, Jesús fue el primer artista que dio el salto virtual a través de nosotros. Su participación en la JMJ de Crcovia de 2016 le abrió las puertas de América y le llevó a lugares como Chicago y Texas. Después llegarían Italia, Portugal, Nueva York y el año pasado Panamá, Suiza y una gira veraniega de tres semanas en el soleado Miami. El 1 de mayo sale en plataformas digitales el primer single del que será su próximo trabajo discográfico. Este tema titulado «Espíritu» es una clara invocación a la acción del Espíritu Santo en nosotros, y cuenta con un sonido pop envolvente que nos pone en disposición de entrar en clima de oración.