Jean Vanier y las comunidades de El Arca

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“Si permanecemos en el nivel de “hacer” algo para la gente, podemos quedarnos detrás de nuestras barreras de superioridad. Tenemos que acoger el don de los pobres con las manos abiertas.” Jean Vanier

La mayoría de las veces que uno comienza una página en blanco de Word, siente la seguridad de que va a poder contar bien lo vivido. Algunas otras veces, sin embargo, uno comienza a no confiar en su capacidad de redactar, consciente de que lo vivido no cabe en párrafos y sintagmas. Quizá la poesía podría ayudar, pero no creo que esté a mi alcance. Simplemente escribo, y ya veremos.

Hablo de cinco días visitando y conociendo la comunidad de Els Avets, en Moiá. No había recibido tantos abrazos y besos desde hacía mucho tiempo atrás.

Me llevó allí la curiosidad por la Comunidad internacional de El Arca, fundada por Jean Vanier. El deseo de conocer más a fondo una espiritualidad que nos vendrá bien en nuestra presencia de Vitoria.

Jean Vanier formó parte de aquéllos grandes personajes a quienes los jóvenes de los ochenta conocimos y admiramos, leímos, subrayamos, comentamos, aplicamos a nuestra vida. La comunidad, lugar de perdón y fiesta, fue para muchos de nosotros un referente que marcaba con exigencia la apuesta por hacer posible la fraternidad en un mundo de no-hermanos.

Hoy, casi treinta años después de su lectura, me acerco a la presencia del Arca en nuestra península, de la mano de la comunidad de El Rusc, en Tordera, y la de Moiá, Els Avets. Cinco hogares familiares en los que conviven personas frágiles y al mismo tiempo poderosas. La discapacidad intelectual no es barrera aquí sino cauce. No es diversidad, sino encuentro. No es el servicio a los pobres, sino el don y regalo de los pobres.

Encuentro, transformación y signo. Roser me resume así lo que es El Arca. Su compromiso de juventud en una parroquia franciscana, le llevó después a la JOC, con años de revisión de vida, y después a AC, y después a El Arca.

Encuentro porque la persona con discapacidad es sobre todo una persona entera, sagrada, amada y capaz de lo mejor del ser humano que es amar. Y el encuentro se produce de igual a igual. No ayudamos a nadie, sólo convivimos, compartimos. Los hermanos y hermanas nos lavan los pies en uno de los gestos que ha quedado como signo de la comunidad, repetido también fuera de muchos jueves santos. Estos hermanos y hermanas frágiles y vulnerables nos lavan los pies, nos besan los pies, nos regalan su don, su hermoso regalo corporal, hecho de ternura, amasado de vulnerabilidad y de lucha, envuelto en Evangelio.

Transformación porque sólo ellos nos enseñan a vivir bien el Evangelio, desde esa experiencia de vulnerabilidad, de locura a veces, de angustias y medicinas, de tropiezos y perdones, de vidas nada fáciles, pero en proceso acompañado, entretejido con otras condiciones y limitaciones. Transformación porque quien ve la belleza de este don, ya no ve lo demás de la misma manera. Ni tampoco a sí mismo. Nos hablan con su in-fans, es decir su no saber hablar, que nos recuerda tanto al niño que pueden seguir siendo, ante nosotros, adultos responsables llenos de palabras que no dicen demasiado.

Signo pequeño, pero apuntando en una inequívoca dirección de verdad, como la viuda con su óbolo. Sin querer producir curación en masa, ni promover una revolución asistencial para las personas en esta condición. Sólo mostrando la riqueza y verdad de estas pequeñas comunidades anunciadoras de fraternidad sin resultados, sólo fraternidad, sólo encuentro. Signo del valor de la fragilidad, la que queremos paliar y arreglar sin darnos cuenta de que sólo la fragilidad nos hace capaces de Dios.

Teresa, Josep, Enric, Silvia, Hilda, Carlos, Anna, Katty, Ossama, Encarna, Ana, Victoria… todos dispuestos a aprender de este encuentro y de todos los encuentros.

Vanier defiende que las personas con discapacidades tienen una misión con la iglesia y con el mundo y que se les puede encontrar en la periferia de la sociedad, hacia donde el Papa Francisco insta a la iglesia a que vaya. Tienen algo que decir, insiste Vanier, a este mundo envuelto en lo que él llama “la cultura de la ‘victoria’, culturas de espectáculo y de éxito individual”.

http://www.jean-vanier.org/es/media/videos

http://comunitatelsavets.blogspot.com.es/

 

Jean Vanier, fundador de las comunidades «El Arca», dedicadas a la integración de los disminuidos psíquicos, y de los movimientos «Fe y luz» e «Intercordia».

Nacido el 10 de septiembre de 1928 en Ginebra (Suiza), de padres canadienses, este marino de profundas convicciones religiosas y reconvertido a filósofo, como el mismo dice, tomó a los 36 años una decisión que le comprometió de por vida y que ha inspirado a miles de personas en todo el mundo a seguir sus pasos.

Vanier, conmovido por la situación en la que se encontraban dos disminuidos psíquicos internados en un centro de Trosly-Breueil (Francia), compró en 1964 una pequeña casa que bautizó con el nombre de «El Arca», en referencia a la de Noé, y les invitó a vivir con él.

La comunidad empezó a crecer rápidamente, atrayendo primero a vecinos y lugareños, y luego a jóvenes llegados desde distintos puntos del país que querían dar un sentido a sus vidas. El hogar inicial fue adoptado como modelo para continuar la experiencia en otros lugares del mundo.

Hoy, «El Arca» está presente en 36 países -entre ellos España- y sus más de 135 comunidades reúnen a unas cinco mil personas, con y sin discapacidad, comprometidos con los más débiles y que comparten su vida en hogares, talleres o centros de atención diurna.

«Obrar por la paz -escribió Jean Vanier en 1994- es acoger a aquél que está cerca, que molesta y es desagradable, que tiene ideas diferentes… No se trata de juzgarlo, no condenarlo porque también es un ser humano… No es un rival ni un enemigo, sino un hermano o una hermana en humanidad, herido como nosotros».

A sus 80 años de edad, Vanier sigue viajando por el mundo para dar conferencias y retiros, y visitando las distintas comunidades «El Arca». Autor de numerosos libros traducidos a 29 idiomas, su trabajo es reconocido internacionalmente y es Caballero de la Legión de Honor francesa y Compañero de la Orden de Canadá.

El Arca tiene dos comunidades en España, concretamente en El Rusc y Els Avets, ambas en la provincia de Barcelona, y tiene un proyecto en marcha para abrir una tercera en Madrid.

En cuanto al movimiento «Intercordia» propone a los jóvenes un año de formación, en tres etapas durante su ciclo universitario, con el fin de adquirir una «práctica de la paz», formación que es reconocida con un Diploma otorgado por la Universidad March Bloch de Estrasburgo. EFE mvf/pz

Después de más de 50 años, El Arca ha encontrado que esta vida compartida abre caminos nuevos de fraternidad : el arte de vivir juntos nace a partir de la acogida creativa de la diversidad y de la fragilidad humana.

El Arca, un encuentro que provoca otros encuentros…

Jean Vanier se encontró con Raphaël Simi y Philippe Seux, dos personas con discapacidad intelectual. Ellos aprendieron a conocerse, a ayudarse unos a otros, a construir su vida juntos, día tras día. Atrajeron otros amigos, quienes a su vez desearon compartir la simplicidad de esta vida comunitaria. Jean Vanier no « fabricó El Arca », sino que, abriendo las puertas de su casa y dando testimonio de su experiencia, él invitó a otros a vivir la misma vida. Fue así como El Arca creció de manera orgánica, siendo la savia este encuentro conmovedor entre personas que tienen una discapacidad intelectual y personas ordinarias.

Una Federación Internacional…

Hoy en día, las 147 comunidades del Arca se encuentran en 35 países de 5 continentes. Ellas ofrecen hogares, talleres, programas o redes de apoyo, según las necesidades de sus miembros y el contexto social local y otros recursos disponibles. Las comunidades se apoyan de profesionales, para asegurar un acompañamiento competente y de calidad. Son manejadas por asociaciones sin fines de lucro y financiadas en su mayor parte por fondos públicos y en los países más pobres, por organismos de solidaridad internacional.

La vida cotidiana compartida

Las comunidades del Arca son lugares de vida en donde las personas que tienen una discapacidad intelectual y aquellas que han venido a asistirlos comparten la vida cotidiana. Acompañantes y acompañados tejen relaciones mutuas que van más allá de la ayuda y el trabajo. Juntos, los miembros del Arca, ya sea que tengan o no una discapacidad intelectual, construyen su vida comunitaria: participan en las tareas, en las decisiones, en las reflexiones, en las fiestas y reuniones, al pendiente unos de los otros, especialmente de los miembros mas vulnerables. Cada quien es invitado a contribuir plenamente a la vida juntos, según sus aptitudes y deseos.

Un proyecto de sociedad

Las personas que tienen una discapacidad intelectual tienen necesidad de ser integradas en la sociedad como miembros activos y no solamente como objetos de cuidado. Nuestras sociedades necesitan de todos, incluyendo a los más débiles, para comprometerse en la construcción de un mundo más humano. En El Arca, después de más de 50 años, hemos entendido que la vida compartida entre personas con y sin discapacidad intelectual, abre caminos nuevos de fraternidad : ser diferentes y estar unidos, comunicarse sobre lo esencial con y más allá de las palabras, celebrar integrando las dificultades, profundizar en la vida espiritual, respetando las filosofías y religiones de cada uno… El Arca puede dar testimonio de que el arte de vivir juntos nace de la acogida creativa de la diversidad y de la fragilidad humana.

Responsable international : Patrick Fontaine Vice-Responsable internationale : Eileen Glass L’Arche Internationale 25 rue Rosenwald 75015 Paris France

Site Web:www.larche.org

 

Algunos vídeos que ilustran la historia y el presente de estas comunidades.

 

50 años de historia de El Arca. 

 

 

El prestigioso premio Templeton recayó en 2015 en Jean Vanier, fundador de El Arca en 1964. Reconoce su aportación al campo espiritual a través de su organización que ayuda a personas con discapacidad intelectual. El 18 de mayo recibió el galardón. En la ceremonia, Jean Vanier destacó la importancia de las comunidades en la sociedad actual. https://youtu.be/0HOsMrs8Hrc

 

Imágenes de la comunidad de El Rusc, en Torderá, Barcelona https://youtu.be/M-9iDL2OMEE

Página web oficial de la comunidad El Rusc. http://elrusc.cat/

Pensamientos de Jean Vanier: https://youtu.be/FQ46rqgpKm8

Historia de El Arca en España. https://www.youtube.com/watch?v=mw5vE8ss9Z8