Pasaste por mi vida y la cambiaste.
Me sacaste de mi ciudad para llevarme a otra. Y luego a otra.
Me sacaste de mi profesión para llevarme a otra.
Me sacaste de mi comodidad para llevarme a la arena del desierto.
Me quitaste personas y me regalaste otras.
Me abriste puertas. Me mostraste senderos nuevos.
Me cambiaste el nombre y me llamaste Trueno, caballero de la luz.
Me sacaste de mi soledad para llevarme a la compañía fiel de mi mujer y mis hijos.
Me quitaste el velo que me impedía verme bien y me diste una mirada nueva.
Como a aquellos que te encontraste, en sus redes, al lado del lago, me cambiaste la vida. La hiciste nueva. Sin posibilidad de volver atrás.
Un abrazo fraterno – @scasanovam
La entrada Tú me cambiaste la vida (Mt 4,12-23) se publicó primero en Santi Casanova.