Jóvenes de Honduras y Ecuador ponen en valor la educación, un bien escaso en sus países.
Han viajado desde Honduras y Ecuador para traer fundamentalmente dos mensajes: que la ayuda que desde aquí se les presta está justificada y da sus frutos y que la educación es un derecho, no una obligación, que tendríamos, aquí, que valorar más. Y para ello han recorrido Euskadi entre los días 12 al 24 de noviembre.
Danilo, Ena y Damari, de Honduras, y Jostin, Amaru y Jefferson de Ecuador. De la mano de las organizaciones SERSO(San Viator), Tierra de hombres- Gizakiaren Lurra, e InteRed, y con la colaboración de la Agencia Vasca de Cooperación y Desarrollo, estos jóvenes han sido invitados para participar en el programa Jolas eta Ekin.
Jolas eta Ekin es una asesoría y centro promotor de Educación para la Transformación Social (ETS) basado en el Desarrollo Humano Sostenible y la Ciudadanía Global, así como, en temas relacionados con los Derechos Humanos y de la Infancia, participación juvenil, interculturalidad, sostenibilidad ecológica, consumo responsable, globalización, género, conflictos, educación para la paz… destinado tanto a educación formal como no formal. Lo que pretende este programa es impulsar una lectura crítica del mundo y la participación social como herramienta educativa exitosa en el desarrollo de competencias y habilidades para la vida, formar una ciudadanía crítica, responsable y comprometida con la mejora del entorno social y la convivencia, con los Derechos Humanos y con la equidad. La pedagogía de Jolas eta Ekin parte de la Educación Crítica, la Educación Popular y el Aprendizaje por Proyectos apostando por metodologías participativas, Planes de Aprendizaje y Servicio Solidario, y el trabajo cooperativo.
Con motivo del Día Internacional de los Derechos de la Infancia que se celebra cada 20 de noviembre, este grupo de jóvenes ligados a SERSO Honduras y Ñapash Purina de Tierradehombres – Gizakien Lurra en Ecuador, y concretamente a dos proyectos que las organizaciones impulsoras de la iniciativa tienen en dichos países.
El papel de estos jóvenes en sus países es el de defender los Derechos Humanos en sus comunidades a través de varios proyectos sobre paz y convivencia, educación, ocio y tiempo libre, género, salud y medio ambiente que se traducen en Marchas por la Paz, participación en la Red de Prevención y Atención del Maltrato contra la Niñez, sensibilización sobre la trata de personas y la explotación infantil, los programas educativos Maestro en Casa, Escuela de Vacaciones, múltiples acciones de denuncia, etc…
Durante su estancia han compartido sus experiencias con jóvenes de 7 colegios e institutos de toda Euskadi y con diferentes organismos de Euskadi: Ararteko, Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo del Gobierno Vasco y las Diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa.
Danilo, miembro de SERSO Honduras, es el responsable de este grupo en su visita a Euskadi.
Jefferson, es uno de los monitores del programa en Ecuador, y explica el trabajo que concretamente realiza él en su país: “Venimos de la provincia de Imbabura, somos allí un grupo de 30 personas que trabajamos en temas de socialización y, lucha y prevención contra la trata de personas. Una de las actividades más importantes que llevamos a cabo es un campamento con jóvenes victimizados.”
Jostin hizo el campamento hace dos años, y ahora con sus trece años se siente integrado en el programa. “Nos dan charlas y nos ayudan a prevenir. Por otro lado nos ayudan a no perder nuestra cultura Quichua/Kichwa.”
Amaru, otro campamentista de trece años que destaca las actividades que les ayudan en su formación y madurez: “a través de cantos, dramatizaciones y otras actividades nos han hablado de la trata de personas y de otros riesgos para los jóvenes. Es muy importante la cosmovisión latina que nos han trasladado y que en muchas culturas se estaba perdiendo con la migración de los jóvenes de las zonas rurales a las capitales, perdiendo sus raíces y su cultura.”
Algo en lo que coinciden los jóvenes que han participado en este programa Jolas eta Ekin es su deseo de seguir ligados al proyecto y evitar que futuras generaciones comentan errores de las presentes como la de usar de tapadera la venta de artesanía para vender droga por ejemplo, o la de caer en manos de las maras, nos explica Ena.
Damari, hondureña, reivindica la grandeza de su país que hoy es conocido desgraciadamente por una caravana de personas camino de Estados Unidos: “mi país es muy lindo, tiene riquezas lo que pasa es que el Gobierno no sabe aprovecharlas para beneficio del pueblo.” Pero también reconoce que existen grandes riesgos para la población joven de la mano de las pandillas, las maras. “Para hacer frente SERSO tiene en marcha la Campaña Infantil y a través de ahí inculcarles valores positivos” señala Damari.
Su presencia en Euskadi tiene también una misión de concienciación de la población vasca sobre el derecho a la educación que, como expone Danilo, “aunque se adjetive como “obligatoria” realmente es un derecho del que aquí se disfruta sin ser consciente de su valor en comparación con la situación de países como Honduras, donde la educación se garantiza solo en la fase de primaria.”
Así por ejemplo la educación en Honduras en las zonas rurales funciona por el sistema de “unidocente”, donde un solo maestro atiende la educación todos los niveles y asignaturas de la Primaria.
Ena y Damaris forman parte de un programa de Campaña Infantil que se denomina “Maestro en casa”: “La mayoría de los municipios son comunidades rurales y solo se encuentra con la escuela de Primaria de un solo profesor. En mi caso tengo media hora de camino hasta el lugar donde cojo el autobús, y de ahí otros diez minutos en bus hasta el colegio. Esta ampliación de estudios con este sistema te permite ir solo un día al colegio y el resto de días poder trabajar tu en casa. Exige una mayor esfuerzo por parte del alumno, es cierto. Pero evitas los trayectos diarios. Y SERSO apoya este modelo de educación.” Apunta Damari.
La educación es una herramienta que por un lado aporta a la persona y a las comunidades en su formación y en la defensa de su cultura y por otro lado logra alejar a los jóvenes de espacios de riesgo. En esa labor educativa hay un tema que Danilo y Jefferson destacan: “venimos de países latinoamericanos donde el machismo predomina socialmente, y es importante concienciar a niños y adultos que hombres y mujeres tenemos los mismos derechos.
Jeffereson destaca que “el respeto a la libertad de género es difícil de trabajar, y lo reconozco en mi propia cultura. Por eso las ayudas que desde Euskadi nos aportan es muy importante.”
Non solum sed etiam
Al final de la entrevista ellos reconocían cómo salir fuera les está permitiendo valorar más y mejor la gran labor que realizan en sus países. El otro punto de vista, ¡qué importante es!
Y en este caso el otro punto de vista es importante porque ellos nos vienen a recordar que, por ejemplo la “O” de la E.S.O. tiene una fuerza en este mundo que nos impide ver que la “E” se refiere a un Derecho, un derecho que deberíamos custodiar como “El Dorado”, porque en otros lugares del mundo esa “E” a veces ni existe.
Creo que voy a cambiar el discurso hacia mis hijos: “estudia, no porque sea tu obligación, sino porque es tu derecho, y tienes que disfrutarlo y aprovecharlo AHORA”. Aunque, ya sé que es más efectivo que vengan de fuera y se lo digan ellos.
Texto extraido de El blog de Txenti