“GOLD”
Sebastião Salgado (*1944) debería requerir pocas presentaciones. Fotógrafo sociodocumentalista y fotorreportero, está considerado uno de los grandes de esta disciplina. Su labor de descripción de la realidad en la que vive la mayoría de nuestros semejantes a través de sus trabajos realizados en más de cien países le ha valido un merecido reconocimiento internacional, culminado en 1998 con la recepción del Premio Príncipe de Asturias de las Artes.
¿Gold? El descubrimiento accidental de una veta aurífera en el norte de Brasil llevó a miles de varones a una estampida que anegó la zona de explotadores de tierras y explotadores de explotadores; de gente que se jugó la vida por encontrar unos gramos de oro aunque fuera abandonando vida y familia, salud y autenticidad; todo. La fiebre del oro hizo ricos a unos pocos, y a la mayoría no les dio nada. En 1992, trece años después del descubrimiento, ocho millones de metros cúbicos de terreno convertido en terrazas y solado con sacos terreros fueron abandonados cuando las aguas filtradas desde el subsuelo tomaron posesión de lo que les pertenecían. Los pocos propietarios de las parcelas ya habían recogido sus ganancias; la mayoría de los peones cavadores volvieron a casa sin nada o fueron a horadar otras minas amazónicas. Muchos, como Salgado, habían enfermado allí; hubo quienes nunca volvieron a los suyos.
Gold es la descripción fotográfica de una doble ruinosa acción humana.
Describe de forma cruda que somos humanamente, de lo “logrado” con una desigualdad que impulsa a muchos a destinarse a tareas inhumanas, degradantes o envilecedoras, nocivas. Sebastião Salgado no nos ahorra el desasosiego de ver cómo nuestros semejantes hormiguean por la ladera mientras se juegan la vida, cargan con fardos que quizá sólo contengan piedras o miran al objetivo pasmados, embutidos en una camiseta embarrada, animalizados. Nos dice: ved y mirad.
Es el retrato de una herida abierta, la de la desigualdad. En la que nosotros ganamos por la diferencia que tenemos en medios y posibilidades, causa de nuestra indiferencia. Y en las que estas gentes vencen en el ansia desbocada por salir de la pobreza para ser “como nosotros” a costa de dejarse jirones de dignidad. Nos interpela: pensad y optad.
Tras ver esta exposición por segunda vez, después de los años transcurridos desde la primera, me pregunto enrojecido: ¿no son mi indiferencia y su ansia lo mismo?, ¿no respondemos al mismo impulso?
‘Mira, opta, mira, opta’, palpita mi corazón mientras escribo esta reseña.
GOLD está abierta del 14 de noviembre de 2019 al 9 de febrero de 2020 en el CEART –Centro de Arte Tomás y Valiente–, sito en la C/ Leganés 51 de Fuenlabrada (Madrid).