La primera vez que escuche el termino Generación Laudato Si fue en enero de este año en la Jornada mundial de la juventud (JMJ 2019) con el Papa Francisco en Panamá. Es la rama juvenil del Movimiento Católico por el Clima (MCMC), una red internacional de más de 800 organizaciones católicas.
Esta interesante red de personas, grupos e instituciones se está movilizando para que la justicia climática sea un tema central y convoque a la iglesia y al mundo a actuar. Y los jóvenes están dando el ejemplo impulsando iniciativas transformadoras de diversas maneras en sus territorios o movilizándose a otros contextos.
Ponerse en acción es su prioridad, las generaciones adultas en la sociedad y la iglesia han hablado, discutido, firmado tratados nacionales e internacionales pero no los han cumplido, no los han llevado a la acción. Para muchos sectores de la iglesia la crisis socio ambiental no es una prioridad y desconocen la propuesta de Laudato Si porque hay otras preferencias que siguen alimentando el clericalismo, el ritualismo y una fe aislada y espaldas a la realidad.
Pero, encontramos personas y grupos católicos que están generando actuaciones que dan esperanza y alegría como el joven Fray Víctor Treminio y sus hermanos franciscanos en etapa de formación inicial que se han apropiado de los valores de su carisma y participan de marchas, protestas, realizan talleres formativos, concientizan con la música y las reflexiones en Guatemala y otros lugares de Centroamérica haciendo un llamado por la defensa de nuestra Casa Común.
También en Perú existe un grupo de jóvenes acompañados por las francisanas de Espíritu Santo quienes diseñaron un proyecto de formación y concientización ecológica movilizándose y despertando la solidaridad y la acción de los vecinos para el cuidado de su entorno inmediato. Además, han realizado un Encuentro JUFES «Principios básicos para el cuidado de la creación» dando elementos didácticos y pastorales para los niños y jóvenes de su parroquia.