Es muy cómodo en la gente joven ver como se están destruyendo relaciones reales al beneficio de las virtuales.
El móvil es el nuevo seductor y casi todos nos dejamos seducir con él. La mayoría de los casos son jóvenes tan del cole que los que van a la universidad. ¿Que nos atrae tanto en el mundo virtual? Quizás no podemos dar una respuesta porque si tuviéramos que preguntar a cada uno sobre los motivos de un tal afecto, tendríamos tantas respuestas a no terminar. Lo que queremos observar y subrayar aquí es que no valoramos relaciones reales sino virtuales. Hay jóvenes que prefieren conectarse con gente quien vive a miles de kilómetros de ellos que con la que está cerca. Esta tendencia de andar siempre con la cabeza bajada crea entre otro muchos problemas tales los accidentes, la falta de colaboración, la falta de comunión o espíritu del grupo, la falta de verdaderas amistades. Todo lo que se hace y se vive con alguien que está muy agachado a las redes sociales se realiza de manera superficial. Lo que se olvida a veces es que estar en comunión con los demás ayuda más que cuando creamos un universo de soledad, cuando nos apartamos de los demás, no hay más sentido de vivir porque la vida es relación, las personas están en relación, viven en relación y van hacia la relación.
Queremos animarnos a hacer un buen uso de las redes sociales y no dejar a los móviles ser nuestros nuevos dioses. Vivir en relación reales con los demás es lo que cada criatura creada al imagen y semejanza de Dios está aspirada a vivir.
«In everything, be the first to love»