FUNDACIÓN PARA LA CONFIANZA – Héctor Espinoza

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Héctor Espinoza

hectorespinoza@paralaconfianza.com

¿Cómo nace y qué historia tiene PARA LA CONFIANZA?

Fundación Para la Confianza es una organización sin fines de lucro que nace el año 2010, luego de que se hiciera público el caso Karadima. Sus denunciantes, José Andrés Murillo, James Hamilton y Juan Carlos Cruz, tras la alta connotación pública que tomó este caso y que puso el tema del abuso sexual en el debate público, deciden construir una organización en donde todas las personas que han sido víctimas de violencia sexual pudieran encontrar un espacio de acompañamiento psicosocial y jurídico en sus procesos de superación.

Hoy a casi 13 años de su creación, la Fundación cuenta con diferentes áreas a través de las cuales lucha por los derechos humanos, especialmente de los niños y niñas, construyendo, colaborando y promoviendo espacios de confianza lúcida.

Para la Confianza lucha por los derechos humanos construyendo, colaborando y promoviendo espacios de confianza lúcida.

Una de ellas es el área de Prevención y Educación, que realiza acompañamiento y formación a diversas comunidades educativas y organizaciones públicas y privadas. El objetivo principal de realizar estas acciones es crear espacios protectores y de contención para niños, niñas y adolescentes en sus espacios de desarrollo. 

Por otra parte, también está el área de Atención Remota, donde se encuentra el equipo de psicólogos y psicólogas que atienden la línea de ayuda para la prevención del suicidio quedate.cl y también Línea Libre, un canal de orientación psicológica gratuito, seguro y remoto para niños, niñas y jóvenes hasta los 29 años. Funciona de lunes a sábado de 10:00 a 22:00. Quienes se comunican con Línea Libre pueden hacerlo de tres formas: llamando al 1515; chateando desde nuestra app Línea Libre o a través del correo contacto@línealibre.cl.

¿Cuántos casos han atendido?

A lo largo de los 13 años que tiene Fundación Para la Confianza, se ha orientado a más de tres mil personas. Solo en el año 2022 fueron alrededor de 690 personas las que recibieron los diferentes espacios de atención, mientras que en lo que llevamos de año 2023 se ha orientado a más de 300 personas.

¿Cuáles son las estrategias e intervenciones con las víctimas? ¿Y con los victimarios?

El equipo del área de Acompañamiento despliega su trabajo dentro del enfoque de derechos, el buen trato, la dignidad de las personas y la disponibilidad emocional de los/as profesionales para ofrecer el apoyo que se brinda a quienes se acercan buscando ayuda en la Fundación. En esta línea, y considerando que el abuso en todas sus expresiones es inaceptable, el equipo ofrece contención, reconocimiento, propuestas de superación de la experiencia traumática y reparación de las consecuencias experimentadas como resultado de la violencia sexual.

El objetivo del área de Acompañamiento Integral es brindar una respuesta especializada de acogida y orientación en crisis, gratuita y confidencial, a personas que hayan sido víctimas de violencia sexual en la niñez, de manera directa o indirecta, promoviendo la protección, el autocuidado, el acceso a la justicia y la superación de sus consecuencias.

Para ello, se trabaja desde tres dispositivos: Acompañamiento, Grupos de Ayuda Mutua y Atención y Reparación Especializada.

  1. Acompañamiento legal y/o orientación psicológica. La población objetivo del área son personas mayores de 18 años que han sido víctimas directas de violencia sexual en la infancia. Del mismo modo, es posible orientar y acompañar a padres, madres o cuidadores significativos de niños, niñas y adolescentes que hayan sufrido una agresión en la esfera de la sexualidad. De esta manera, en una reunión agendada en forma voluntaria y personal, cada usuario/a, recibe orientación psicosocial y/o legal según sus necesidades específicas, con una duración de entre 45 y 60 minutos por sesión. El equipo de acompañamiento ha dedicado especial atención a la conformación de una red de profesionales especialistas en violencia sexual y trauma, favoreciendo el acceso a intervenciones responsables y de calidad, cuyo fin es que las personas puedan incorporarse a procesos terapéuticos y/o legales asociados a sus necesidades específicas. Los casos recibidos presentan características diversas en su fenomenología y complejidad; en este sentido se reciben casos de personas que han sufrido la experiencia abusiva en su infancia y que han develado su vivencia tardíamente, padres que requieren apoyo para acompañar a sus hijos/as que han vivido violencia sexual, profesionales de distintas instituciones del área educacional, salud o de la red de asistencia que soliciten la intervención.

La cobertura que alcanza el área es a lo largo del territorio nacional, siendo posible acoger también a personas de regiones, por vía telefónica o comunicación virtual, con foco en la visibilización de sus redes y recursos locales de apoyo. Lo mismo será posible en casos en que los contactos se realicen desde fuera del país, en los que cabe distinguir los límites que permita el conocimiento de redes cercanas y condiciones de apoyo de la localidad del consultante. Por otra parte, se realizan derivaciones asistidas a las redes públicas especializadas y gratuitas con la mayor celeridad, permitiendo el acceso a equipos de trabajo expertos en diversos territorios a nivel nacional. Finalmente, es importante señalar que en lo que va del año 2023 se ha atendido a más de 300 personas, donde alrededor del 60% es derivado a la red para comenzar tratamientos especializados. 

  1. Grupos de Ayuda Mutua (GAMU). Los GAMU son espacios terapéuticos facilitados por profesionales trabajadores/as sociales y/o psicólogos/as expertos en la temática y conformados por personas que atraviesan una misma situación conflictiva que se reúnen para compartir sus vivencias en grupos pequeños y voluntarios estructurados para la ayuda mutua y la consecución de un propósito específico.  Estos grupos se inspiran en los principios de cooperación, igualdad y ayuda mutua, enfatizando la interacción social cara a cara y la responsabilidad personal de sus miembros, además de proporcionar ayuda material y apoyo emocional, promoviendo un conjunto de valores que incrementan su identidad. GAMU se ejecuta actualmente solo en la Región Metropolitana requiriendo de la presencialidad de los/as participantes por consideraciones técnicas de cuidado y contención de las personas que conforman el grupo.
  2. Centro de Atención y Reparación Especializada (CARE). Es un programa que busca dar respuesta integral y especializada a las personas que solicitan orientación en Fundación Para la Confianza, frecuentemente asociada a la demanda de tratamiento psicológico tras haber vivenciado violencia sexual en la niñez. Junto con ello, cabe referir que la oferta pública y privada actualmente, no logra ofrecer la ayuda requerida en el tiempo y cupos óptimos.  De esta forma, considerando que se cuenta con la expertise de profesionales, infraestructura y conocimiento de las necesidades de nuestros/as usuarios/as, es que se propone un proyecto de atención psicológica terapéutica reparatoria individual que tiene como objetivo primordial brindar el apoyo que facilite el proceso de superación de los efectos negativos a largo plazo, tras la vivencia abusiva en personas adultas. Nuestros/as usuarios/as pueden acceder a un espacio de apoyo, diagnóstico inicial y construcción de alternativas posibles para comenzar el proceso de resignificación de sus experiencias. CARE permite la atención vía remota acorde a las condiciones sanitarias que existieron y favorece el acceso de las personas de otras regiones de nuestro país. El Área de Acompañamiento Integral de Fundación Para la Confianza tiene como objetivo general brindar atención de acogida y orientación en crisis gratuita y confidencial a personas que hayan sido víctimas de abuso sexual infantil, de manera directa o indirecta, promoviendo la protección, el autocuidado, el acceso a la justicia y la reparación del daño.  Para perseguir el objetivo general ya planteado, se ha establecido como norma organizacional no otorgar ningún tipo de atención a personas que se encuentren en proceso de investigación, sospecha o con una condena definitiva de algún tipo de violencia, en específico, de violencia sexual. Lo anterior, ya que el equipo Acompañamiento de Fundación Para la Confianza no cuenta con el dispositivo, la expertise, herramientas técnicas o redes para ofrecer acompañamiento a dichas personas. 

¿Alguna experiencia de justicia restaurativa?

En atención a que el bien jurídico protegido en los delitos sexuales es de carácter personalísimo, hoy en día la ley chilena no contempla la justicia restaurativa como una forma de término de conflicto en sede penal. Asimismo, la Iglesia, entre las sanciones frente a estos delitos, tampoco la contempla; sin embargo, hemos visto que distintas congregaciones, cuando se han declarado verosímiles las acusaciones, han buscado reparar parte del daño mediante algún tipo de compensación que se acuerda con la víctima según sus necesidades, aparte de la sentencia propiamente tal.

¿Se trabaja en el tema del abuso de conciencia? ¿Hay demanda de este aspecto? 

En la Fundación recibimos todo tipo de abusos eclesiales, desde abuso de conciencia hasta violencia sexual. El abuso de conciencia si se puede denunciar ante las autoridades eclesiales respectivas, y es una temática importante para la Iglesia católica ya que quien abusa de conciencia finalmente suplanta a Dios y hace un uso indebido de su autoridad, generando un daño importante en la víctima. Como Fundación no representamos denuncias canónicas, lo que sí hacemos es explicar en qué consiste el proceso y acompañar a las víctimas en el mismo si es que deciden realizar la denuncia.

¿Cuáles pueden ser los consejos para la prevención en el ámbito eclesial?

La prevención debe ser contextual, esto quiere decir que debemos comprender los espacios y contextos en los que nos movemos y cuáles pueden significar riesgos para la comunidad. El ámbito eclesial es un espacio de recogimiento y confianza, pero esa confianza debe ser lúcida, debe permitir el cuestionamiento y la duda, esto genera espacios saludables para todas las personas. 

Compartimos un decálogo que puede ser aplicado e internalizado en la comunidad: 

  1. Crear y fortalecer constantemente contextos comunitarios sanos, de buen trato y protectores.
  2. Fortalecer lazos de confianza lúcida en la comunidad especialmente de los niños hacia los adultos para que puedan reconocer cuándo y a quién acudir en caso de riesgo, vulneración, miedo, etc.
  3. Entregar elemento de autocuidado y pensamiento crítico, autoestima.
  4. Hablar del tema.
  5. Informarse de manera técnica.
  6. Disminuir las situaciones y lugares de mayor riesgo.
  7. Conocer los indicadores de abuso.
  8. Crear protocolos de prevención y acción actualizados y difundirlos en la comunidad.
  9. Constantes acciones de sensibilización y formación. 
  10. Establecer redes activas y actualizadas con organizaciones públicas y privadas.

¿Hay una propuesta formativa para agentes de pastoral?

La Fundación cuenta con un equipo especializado para la creación de programas formativos específicos para cada comunidad, por lo que contamos con las capacidades para acoger los pedidos y elaborar una propuesta que sea atingente y pertinente.

Debemos comprender los espacios y contextos en los que nos movemos y cuáles pueden significar riesgos para la comunidad.