» Es un regalo, un privilegio el poder evangelizador a través de la música…»
Gracias por darnos esta oportunidad para contarnos vuestra historia ¿Cuántos años ya de Alfareros? ¿26?
Próximamente estaremos cumpliendo 28.
Supongo que habrá habido muchas alegrías y muchos esfuerzos y luchas en este caminar. Qué os puedes decir de este recorrido, de la historia de Alfareros.
Alfareros es un grupo de amigos que surge con la intención de hacer buena música para Dios, de agradarle a él con lo que sabemos hacer: con las composiciones, con los instrumentos. El ministerio inició así, como algo parroquial, para animar una eucaristía, y luego se convirtió en el ministerio que hoy todos conocemos, pudiendo ser hoy nuestro trabajo, nuestra fuente de ingresos: y nuestra vida, porque todo lo que hacemos lo hacemos entorno al ministerio y el servicio a Dios. Pudiéramos resumirlo como 28 años de regalos del Señor para nosotros, porque entendemos que es un regalo, un privilegio el poder evangelizador a través de la música, porque se unen dos cosas que yo amo, Dios y la música.
Y lo que más me ha agradado al entrar en vuestra web es que estáis regalando vuestra música en abierto, para el que la quiera usar.
Sçi, mucho antes del Spotify y del auge del Youtube, allá por el 2011 el Señor puso en nuestro corazón una locura, porque en nuestra mente en su sano juicio era una locura pensar que un ministerio regala su música, en el sentido de que todo el mundo pudiera descargarla gratis para darle uso. Nosotros teníamos tres problemas: la piratería, la promoción y la distribución. Los piratas no te van a bajar una música que ya está gratis. La distribución llega a todos los lugares. Y la promoción es per sé, porque antes las emisoras tenían que llamarnos y pedir permiso para emitir la música.
Pero hay un paso siguiente a eso: nuestras partituras originales, y todos sus instrumentos, todo también está en nuestra página para que las personas, y sobre todo los ministerios a los que les gusta nuestra música, puedan descargar estas partituras y puedan tocarlas en sus comunidades.
Desde aquí desde la secular España se oye poco a Alfareros, y en cambio en América sois súperconocidos.
Nunca hemos estado allí. Una vez nos invitaron pero no nos concedieron la visa. Y nunca más hemos recibido invitaciones, ni de Europa tampoco.
Es una lástima porque en España está haciendo falta. Hay músicos católicos, pero España tiene menos difusión en la música de adoración o alabanza como en América latina. En América hay una gran producción, a veces más evangélica o cristiana. ¿Qué opinas, la Iglesia Católica está más dormida en esto de la música?
Yo no usaría la palabra dormida. El problema es que esto es un proceso. La iglesia madre tiene muchas responsabilidades, y quizá la música no es una prioridad. Pero entiendo también que nosotros los ministerios de música no tenemos que responsabilizar a la Iglesia del avance o no de la música, porque es una responsabilidad que nos toca a cada uno de nosotros los ministerios. Y conozco cientos de músicos que se han desilusionado y se han entristecido porque no encuentran, entre comillas, el apoyo de la iglesia. Pero yo entiendo que la iglesia, a su modo y a su tiempo sí lo ha hecho: están los ministerios, los conciertos, las adoraciones. Todo eso ha sido parte de los ministerios y de la música. En nuestro caso nosotros hemos tenido el apoyo de todo nuestro clero, de nuestro cardenal, de nuestra parroquia, de los sacerdotes… No podemos quejarnos del apoyo de la iglesia.
Lleváis ya un montón de cds y unos cuantos premios. No sé si os ha cambiado la vida el Grammy que habéis recibido y tantos reconocimientos que vais recibiendo… Cómo os sienta el éxito, un poco mundano.
Nos cambió el hecho de que dentro de la industria musical no cristiana tiene mucha importancia. Dentro de la iglesia también lo tiene pero no tanto como dentro de la industria musical, Un Grammy sirve para que si tú tienes un concierto y quieres un patrocinio, el Grammy funciona, porque dicen, ah, mira, tiene calidad.
Dentro de la iglesia se vive esa frase de que todos somos iguales. A la hora de un concierto da lo mismo que un ministerio haya ganado un Grammy o no porque estamos manejando un tema de fe, y ese tipo de cosas se ve secular o mundano.
Pero también hemos tenido la experiencia, por ejemplo en Dominicana, del premio Custodio, donde hemos ganado 6 premios y hemos sido reconocidos dentro de nuestra propia arquidiócesis, de nuestra propia iglesia.
Pero al mismo tiempo, al día siguiente seguimos trabajando, para que ese tipo de cosas no nos desvíen de nuestros objetivos ministeriales.
Cómo es vuestro contacto con los jóvenes, quizá en los directos, o quizá tengáis noticia de alguna canción que haya sido utilizada en la pastoral con jóvenes.
Siempre hemos disfrutado del cariño de los jóvenes, de los niños, de los ancianitos. Nuestro ministerio siempre ha abarcado todas las edades, por el tipo de música que se hace, y sobre todo la temática. Tenemos una canción que se llama “La cotorrita”, por ponerte un ejemplo. Aparentemente es infantil, pero tenemos cientos de testimonios de padres poniéndoles la canción a los niños, cantándola, y a los abuelitos. Cuando esos niños conocen esa canción, también van y conocen otras canciones del repertorio y crecen conociendo esa música. No puedes imaginar la cantidad de jóvenes que te dicen: crecí escuchando Alfareros, mi madre me ponía. Y eso es también un gran premio.
Dónde os inspiráis, qué os provoca componer, quién es el cerebro y el corazón dispuesto a componer.
Hay muchas fuentes para las canciones. Cuando iniciamos el ministerio, en mi caso soy el productor musical desde el inicio hasta este día. Soy el encargado de hacer las canciones y de grabarlas. No necesariamente tengo que escribirlas, pero a nuestros inicios yo pedía canciones a nuestros compositores, y me enviaban temas alejados de lo que yo estaba buscando como productor. Una vez grabamos la canción Beepeame señor, cuando existía ese aparatito para dejar grabado un mensaje. Esa canción funcionó bien durante un tiempo. Luego cuando yo pedía canciones me mandaban el celular, el radio once metros, el onda corta, cosas relacionadas al beep. No encontraba la originalidad de hacia dónde yo quería ir como productor. En ese punto yo tuve que sentarme a hacer las canciones del ministerio. Y tengo una participación importante de los muchachos y de unos cuantos amigos compositores. Pero el 95% de la responsabilidad de las letras y de los arreglos es mía.
Y surgen del corazón. El caso de La cotorrita surgió en un viaje a Panamá, un lorito, cotorra o guacamayo, y no decía malas palabras. Estaba en
un convento de monjas y decía Ave María, Aleluya… y de ahí surge esa canción mía. Y así el Señor ha puesto en nuestro corazón canciones basadas en nuestro testimonio.
Has citado La Cotorrita. Citarías alguna canción que te haya hecho crecer más como creyente y seguidor de Jesús.
Te puedo citar setenta veces siete, que es especial desde la letra hasta la música. También la de Eres Especial para mi. Habla mucho en mi vida de mi testimonio y también del de mis compañeros.
El equipo formáis una comunidad, sois un grupo de ministerio y de fe: ¿compartís mucho eso que hacéis y que Dios hace en vosotros?
Mira, a Alfareros solamente le faltan los hábitos. Es una broma, evidentemente, pero nuestro servicio tiene que ir acompañado de un estilo de vida. No podría servir en el ministerio y a la vez tener otro trabajo tocando en un bar. Nosotros tenemos nuestras reglas y nuestros lineamientos, que no es sólo tocar el concierto: hay preparación, retiros, cosas que no se ven. También el ministerio es una comunidad grande en cuanto a las personas que han pasado por él, más de cien personas, no sólo los cantantes, sino músicos, ingenieros o técnicos de sonido, etc… una familia inmensa que sigue creciendo cada vez más.
Entrevista completa en Youtube: https://youtu.be/KSWmCW1kL4A
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