Entrevista a Chito Morales – Juan Carlos de la Riva

» La verdad es que música y fe, en mi caso, van indisolublemente unidos…»

 

Supongo que tu propia fe no sería igual sin la música: ¿cómo te ha acompañado la música en tu proceso de fe? ¿a qué te ha ido llevando? ¿cómo la ha modelado?

La verdad es que música y fe, en mi caso, van indisolublemente unidos. Canto con mis hermanos en el grupo “Brotes de Olivo” desde que tenía tres años y medio, por lo que me resulta difícil encontrar un momento sin que la música estuviera presente. Al principio, cantaba las canciones de mi padre porque me lo decía él; después, mientras crecía, veía la verdad de las canciones, las cosas que creía y las que me costaba creer. A partir de las experiencias, fui tomando mi camino. Canto, hoy por hoy, porque creo que la Buena Noticia de Jesús de Nazaret es lo mejor que me ha pasado. Y lo ha hecho desde el momento en el que me habla de que es Amor. Y el Amor hace rotar la tierra: no tengo ninguna duda de que es el único mensaje que nos dignifica. 

¿Cómo definirías tu propuesta musical como evangelizador a través de ella?

Actualmente, la propuesta que hago es crear música con quienes están conmigo, ya sean jóvenes, adultos… El hecho creador me acerca al Dios del Génesis; y eso mismo ocurre con quienes generan la letra y la música en las sesiones que tengo: puede ser en los colegios, institutos, cárceles, casas de acogida, plazas de los pueblos… No hay cliente pequeño, no hay oportunidades mejores para compartir, siempre, la alegría del Evangelio.

¿Cómo colaborar entre todos como iglesia a que surja más música católica y se busque más música católica?

Lo primero es que nuestros sacerdotes y obispos se den cuenta que la música es el idioma de Dios pues todo el mundo lo entiende, aunque no lo hable. La música mueve los corazones, aunque no se entienda la letra. Y cambia la perspectiva cuando llega a nuestros oídos. Por ello, en catequesis y en eucaristías, la música tiene que estar presente: tan importante es que los ángeles pasan la eternidad cantando las bondades de nuestro Dios. 

Los jóvenes son grandes consumidores de música… a veces acríticos con letras que pisotean algunos derechos y valores… ¿cómo educar en un uso más espiritual de la música a nuestras nuevas generaciones?

Primero hay que ganarse la confianza de los jóvenes. No podemos ir con un primer anuncio esperando que comprendan. Nosotros tenemos que ser creíbles. Y no querer convencer porque sí: Ha de ser como “desciende la lluvia y la nieve…”

¿Cuál es la canción tuya que recomendarías a un animador de jóvenes para llevarlo a su actividad pastoral y por qué?

“Nada nos separará”. Por la carga de esperanza, por lo fácil que es, porque se puede cantar a coro y porque es tan corto el mensaje que llega como “espada de dos filos, que llega entre el alma y el Espíritu”

¿Alguna canción no explícitamente religiosa que te haya tocado y recomendarías por algo a los jóvenes?

https://www.youtube.com/watch?v=WyzeaIJxczs “La unión del mundo” de Aguaviva. Es una canción que nos marcó a todos los hermanos desde muy niños. Mensaje claro, corto y comprensible. Fruto de la poesía, que es el lenguaje que describe subjetivamente la objetividad más sencilla.

¿Algún artista católico que te haya inspirado y nos quieras recomendar?

Hay muchos. Creo que hay mucha gente tocada por Dios para compartir lo que Dios ha dicho a su corazón. Si no te importa, no mencionaré a nadie para no quedar a ninguno fuera. Ojalá quienes quieran cantar se preparen para ello, pongan sus dones al servicio de la alegría del Evangelio y vivan como Jesús vivió.