Creo en el “MILAGRO” de una Iglesia dinamizada por el Espíritu
como la prolongación de la primera comunidad donde estaba presente María.
Creo que muchas cosas comenzaron a cambiar.
Empezó a cambiar a las personas, sus corazones, sus ilusiones, sus esperanzas, sus sueños,
Empezó a cambiar y superarse las fronteras, las razas, las culturas…
“Id y anunciar al mundo entero la Buena Noticia de la salvación”.
María esperanza permanece en oración, contemplación y compromiso
con quienes viven y luchan por crear lazos de amistad, fraternidad y universalidad.
ESPEREMOS confiados que todos nuestros seres queridos que participaron
de la fiesta de la Virgen de los Milagros, y ya no están entre nosotros,
participen plenamente del “MILAGRO” que sólo Dios puede conceder, el de la FIESTA ETERNA.
Creo que es un tiempo precioso para CREER EN DIOS, EN JESUCRISTO, EN EL ESPÍRITU…
Y EN LA MADRE DE LOS MILAGROS