EL RETORNO EN EL VOLUNTARIADO RPJ 561 Descarga aquí el artículo en PDF
Joan Prat. Religioso Escolapio
joan.prat@escolapia.cat
Responsable de proyectos de emancipación
Camins, Fundació Social Escola Pia
«No niegues un favor a quien te lo pida si en tu mano está el otorgarlo».
Proverbios 3,27
«El ejemplo de quienes contribuyen con su dinero por la causa de Alá es como el de un grano que produce siete espigas, cada espiga contiene cien granos. Así Dios multiplica [la recompensa]…».
Corán 2,26
Hace años, en una formación, una técnica de Cáritas nos hizo entrar en la mente de una persona que está luchando para sobrevivir y para tirar adelante su vida. Nos comentó que la mente es como un disco duro con capacidad limitada y que cuando las personas vamos al límite nuestro espacio para pensar racionalmente está mucho menos activo.
Esta reflexión me viene a la cabeza cuando me piden hablar sobre el compromiso social de los jóvenes que han vivido en nuestros recursos de vivienda. Seguramente en el momento educativo en que entramos nosotros, su centro vital es otro, pero al cabo de unos años pueden desarrollar actitudes altruistas, aunque no siempre lo veamos o lo conozcamos.
Sí que a lo largo de estos años he tenido la suerte de conocer pequeñas realidades de compromiso social de jóvenes que han estado con nosotros, no son numéricamente significativas, pero sí muy simbólicas.
Uno de nuestros jóvenes, en este caso un chico senegalés que vivió en nuestra comunidad, se hizo socio de una ONG de cooperación al desarrollo, un día me comentó que él tuvo que marcharse de su país pues no veía futuro a su vida y que quería que esto no tuviera que repetirse. Este joven pasó momentos muy duros: con pareja y dos hijos se quedó sin trabajo y se planteó ir a Francia a trabajar; al final estuvo un año separado de su familia trabajando en Mallorca y después ya pudo volver y estabilizarse. Durante todo este tiempo no dejó de pagar la cuota de la ONG, lo sé porque la dirección postal no la cambió y seguíamos recibiendo el boletín en la comunidad. Si esto no es lo de la ofrenda de la viuda pobre del Evangelio que venga alguien y me lo cuente.
Otro joven, en este caso puedo decir su nombre, Shahid Asraf, también ha querido devolver parte de lo que recibió y vivió. Shahid estuvo en uno de los pisos para jóvenes extutelados. Es un joven inquieto y muy listo, después de varias dudas acerca de su itinerario formativo y laboral obtuvo una beca para estudiar un ciclo formativo de grado superior de deporte en una escuela escolapia en Cataluña. Actualmente trabaja en Decathlon y ha impulsado un club de deporte para jóvenes extutelados consiguiendo la integración social a través del deporte. Son jóvenes que entrenan cada semana y, a través del club, piden dorsales para carreras deportivas. A través de este proyecto estos jóvenes acceden al deporte y a espacios normalizados. Tanto su empresa de trabajo como otras empresas de deporte y entidades sociales les han dado soporte.
Finalmente, esta semana acabamos de conocer otro caso de retorno: un joven que había estado en nuestros pisos estudió para cerrajero y después de trabajar muy duro ha comprado una ferretería. Esta semana se ha dirigido a nuestra fundación para ofrecer puestos laborales en su empresa, ha comentado que él tuvo una oportunidad y que quiere que otros jóvenes también puedan tenerla.
Esta es una pequeña muestra, seguramente hay otros pequeños retornos en voluntariado, responsabilidad social, etc. que no conocemos. En todo caso nuestro trabajo es sembrar esta semilla de corresponsabilidad.
Nuestro trabajo es sembrar esta semilla de corresponsabilidad