“Los amó hasta el extremo” Jn 13, 1.
Hoy comenzamos el Triduo Pascual. Estos tres días constituyen el eje central de la vida del cristiano y en ellos celebramos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. En este día concreto, celebramos la Institución de la Eucaristía y del Sacerdocio. Además, acompañamos a Jesús en el Getsemaní y, por si fuera poco, es el Día del Amor Fraterno.
¿Y qué quiere decir esto del amor fraterno? Quizá sea un concepto que hayas escuchado toda la vida, pero nunca te has parado a profundizar en él y en toda la grandeza que tiene su significado. Tampoco sería raro que te hicieses alguna de las siguientes preguntas: ¿Qué tipo de amor es ese? ¿Soy capaz de amar así? ¿Cómo puedo hacerlo?
Desde luego que no son nada fáciles de responder y, más aún, sabiendo que el amor fraterno implica “amar al otro”. Y en ese “otro” se incluyen tanto tus amigos como tus enemigos, los que te hacen bien y los que te hacen mal, los que piensan como tú y los que no. Y quizá pienses: “¿pero no me están diciendo todo el día que piense solo en mí, que me quiera a mí, que si puedo anteponga mis necesidades y deseos a la de los otros? A ver si voy a ser el tonto que ama a los demás y solo recibo palos”.
¿Jesús fue “tonto” al dejarse matar en una cruz por amor? ¿Nos condenó a ser despreciados por seguir su ejemplo de amor o, por el contrario, nos dio la clave para la Vida Eterna?
Este amor es el que nos lleva al Cielo. Y… ¡claro que nosotros solos no podemos amar al que nos hace mal, al que nos odia, e incluso a veces no podemos ni hacerlo en nuestra propia familia! Entonces, ¿de dónde saco ese amor?
De Él. Únicamente estando Él en medio puede darse este amor al otro. Este amor viene de Dios y, amando a los demás, vuelve al Señor, puesto que todos juntos formamos el cuerpo de Cristo. Esta es la manera con la que podemos responder al amor que Dios nos regaló primero.
Os invito a que pongamos al Señor en medio de nuestras vidas y que le pidamos que se pueda dar este Amor Fraterno entre nosotros. Y que así, el mundo vea donde está la Vida. Sin Él no podemos, con Él todo.
Ánimo, ¡¡que el Señor está pronto!!
Te interesará también…