Viernes, 30 de diciembre de 2022 | Sagrada Familia
Mateo 2, 13-15. 19-23: Toma al niño y a su madre y huye a Egipto.
Cuando se retiraron los magos, el ángel del señor se apareció en sueños a José y le dijo:
«Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».
José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta:
«De Egipto llamé a mi hijo».
Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo:
«Levántate, coge al niño y a su madre y vuelve a la tierra de Israel, porque han muerto los que atacaban contra la vida del niño».
Se levantó, tomó al niño y a su madre y volvió a la tierra de Israel.
Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes tuvo miedo de ir allá. Y avisado en sueños se retiró a Galilea y se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo dicho por medio de los profetas, que se llamaría nazareno.
Reflexión:
Siempre espero con impaciencia la fiesta de la Sagrada Familia, que corona el año secular. No porque sea de Barcelona, y haya pasado mi infancia cerca del célebre templo dedicado a la familia de Jesús, sino por el sentido que da origen a la festividad, y que es doble. Por un lado, se trata de asegurar que entendamos la envergadura del misterio de la Encarnación, con un Jesús que no se disfraza de hombre, sino que como tal, como el niño que fue, necesitó de una familia (María y José) para crecer y madurar. También el de vislumbrar el plan de Dios sobre la familia.
Después de varios siglos de devoción a la Sagrada Familia, desde el 26 de octubre de 1921 la Sagrada Congregación para la Liturgia amplió la Fiesta de la Sagrada Familia a la Iglesia Universal y, a partir de 1969 la instaló en el domingo de la octava de navidad.
A la luz del Evangelio escogido para celebrar esta bella fiesta que completa el sentido de la Navidad, me gustaría centrarme en dos palabras, los sueños de José, y su prontitud manifiesta con las expresiones levántate y se levantó.
El hecho que los momentos más protagónicos de José en el Evangelio pasen mientras duerme no han ayudado a ahorrarle algunas bromas, como la iconografía que lo dibuja recostado.… Cuando en realidad lo que sucede es que Dios escoge el sueño de José para rebelarse.
Soñamos lo que nos preocupa. También lo que nos ilusiona. Para José, como para todo padre, el bienestar de su hijo esprioritario. A través del sueño de José no solo escuchamos la revelación de Dios, advirtiéndole de los peligros y así salvar a su hijo, sino que también descubrimos la preocupación de un padre, José, que tiene su sueño siempre en vilo, alerta, para la dicha de su familia. José sueña su familia, en sentido literal y figurado, porque es lo que le inquieta, y es loque le entusiasma y le anima. Un padre encuentra el sentido de su vida a través del ejercicio de la paternidad, haciendo crecer a sus hijos e hijas.
Por cuatro veces escuchamos el verbo levantarse en este pasaje del Evangelio. A pesar de que el original griego es distinto al de la Visitación, nos transmite la misma actitud que impulsa a María, estando ya embarazada de Jesús, cuando se levanta para emprender con prisa el camino que la lleva cerca de su prima Isabel. Se diría que María y José se sientan sobre resortes que los hacen botar para ponerse a la disposición de la voluntad de Dios. La Sagrada Familia buscaba ante todo la voluntad de Dios, como Jesús, que hará de la voluntad de Dios su alimento. A través de la expresión José se levantó intuimos confianza depositada en Dios, u la determinación como padre acompañante de Jesús en sus primeros años de vida. En ellos vemos una familia levantada, siempre al servicio los unos de los otros.
¿Cómo puede inspirar la Sagrada Familia a las tantísimas familias cristianas, y familias de buena voluntad, que buscan un bien mejor para sus hijos e hijas?
Llaman a la atención las representaciones artísticas de la Sagrada Familia, especialmente las dibujadas a través de la oración en los iconos, donde se realza el hecho de ser tres, y de alguna forma se imita a los iconos dedicados a la Trinidad.Creo que quieren representar la pericoresis, el movimiento trinitario, que configura la identidad a través del Amor que se tienen los unos por los otros. El rasgo principal que define y que constituye la familia de Jesús en Sagrada Familia es el amor que se tienen Jesús, María y José, mutuamente.
En la Sagrada Familia encontramos la invitación a que nuestras familias sean:
Una iglesia doméstica, el primer templo, la escuela de plegaria, donde los hijos e hijas aprenden las primeras oraciones. ¿Recordamos quién nos enseñó el Padre Nuestro? ¿Todavía retenemos el momento en que lo aprendimos? Que estas oraciones tan fundamentales no sean delegadas a la parroquia o a la escuela, sino que pueden aprenderse y rezarse en familia. Que sea en la familia donde aprendemos también a rezar por los otros, y agradecer todos los bienes y dones recibidos.
Una escuela doméstica. No en lo académico, aunque hay que acompañar y motivar a los hijos e hijas en su etapa escolar.Sino en el buen vivir (por encima del vivir bien). Para que los niños aprendan a vivir una vida autónoma, que encuentra su dignidad cuando se da a los otros. La Sagrada Familia no guardó para ella misma Jesús, sino que lo alentó a que anunciara la Buena Noticia al mundo, y fuese un modelo de hermano para todos.
Finalmente, un hogar para la comunidad. Donde todos son acogidos y se encuentran bien, donde el todos no son sololos míos, ni los nuestros, sino también el prójimo, el desconocido. Que los hogares de las familias cristianas sean el albergue para el hombre herido al borde del camino entre Jerusalén y Jericó, que no se repliegan ella misma, sino que se abren la humanidad.
Carles Gil i Saguer