DIOS TE AMA TAL Y COMO ERES RPJ 562Descarga aquí el artículo en PDF
Crismhom (Comunidad Cristiana Ecuménica LGTBI+H de Madrid)
Compartimos esta reflexión escrita a cuatro manos: las de una mujer y un hombre gay cristian@s que han encontrado en CRISMHOM su comunidad espiritual. Guiada por el Espíritu, esta comunidad busca que la identidad de género u orientación afectivo-sexual no sean motivo de discriminación, malestar o dolor dentro de las Iglesias. Que se puedan dar estas situaciones nos hace pensar en un mal uso (abuso) de autoridad por parte de las personas consagradas dedicadas al cuidado, instrucción y doctrina de un grupo o comunidad. Los autores también queremos intentar ponernos en distintas posiciones (victima, testigo, abusador) de una situación de abuso de autoridad, y preguntarnos a nosotr@s mism@s qué pensamos que se puede hacer para salir de esa situación. Como no creemos en las recetas, terminaremos con una breve fábula que invite a cada lector/a a hacer su propia reflexión.
Pensamos que merece la pena comenzar deteniéndose un poco en el significado y evolución de algunas palabras clave en el tema que nos ocupa. Comencemos con unas referencias de la Real Academia de la Lengua Española y otras fuentes:
Autoridad: Autoridad: Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia. Deriva del latín auctorĭtas, auctor (figura de liderazgo o modelo) y de auctus (aumentar, potenciar o crecer) (Fuente: etimologia.com).
- Abuso de autoridad: abuso de autoridad: abuso que comete un superior que se excede en el ejercicio de sus atribuciones.
- Pastor:eclesiástico con fieles a su cargo.
- Cura: en la Iglesia católica, sacerdote encargado, en virtud del oficio que tiene, del cuidado, instrucción y doctrinaespiritual de una feligresía.
- Sacerdote/sacerdotisa: ministro propio de unareligión o de un culto. Persona dedicada y consagrada a hacer, celebrar y ofrecer sacrificios.
- Ministro/a: del latín minister (sirviente), el que sirve a Dios, de la raíz minus, origen de palabras como menor, mínimo… (Fuente: Diccionario etimológico dechile.net). En griego antiguo diákonos, se traduce como ministro (siervo) (Fuente: Wikipedia).
- Manipular: intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares.
- Conciencia:conocimiento del bien y del mal que permite a la persona enjuiciar moralmente la realidad y los actos.
¿Soy víctima de un abuso de autoridad?
Si te dicen que Dios no te ama tal y como eres es posible que estén ejerciendo sobre ti abuso de autoridad. Otros mensajes serían:
- «Tienes que cambiar por Él», «no eres digno/a», «estás cometiendo un pecado al ser así», «tu sexualidad es una abominación/pecado» o «puedes ser católico y homosexual, si eres casto/a»…
- Te etiquetan como «desviado/a», «pervertido/a», «enfermo/a»…
- Imponen ideas como «no puedes amarle tal y como eres» o no eres lo «suficientemente bueno/a»…
- Imponer puntos de vista desde la superioridad o élite, permitir que la congregación aísle o degrade a las personas con identidad sexual distinta.
- Recomiendan terapias de conversión de la homosexualidad y/o transexualidad.
¿Qué puedo hacer si soy testigo?
Puedes hablar con esa persona para ofrecer tu cercanía y escucha. Recuerda que esa persona maltratada sufre miedo y vergüenza, incluso culpa. Acompáñala… sin juzgarla.
¿Soy yo el que abusa?
La interpretación literal o tradicionalista de la Biblia o la ideología personal no justifican intentar cambiar a las personas. Si estás intentando corregir la identidad de tus feligreses/as, si ejerces fuerza o coerción sobre ellas, es muy probable que estés ejerciendo abuso de autoridad, por mucho que creas que tu comportamiento está justificado y tus intenciones son nobles. Lo que estás provocando es daño emocional, social y espiritual. Tu misión no es «curar» la homosexualidad y/o la transexualidad, tu misión es hacer de tu iglesia la casa de Dios, un lugar de seguridad y afecto. Y terminamos este párrafo contando una realidad frecuente: personas que se sintieron «engañadas» y «estafadas»; que un sacerdote, religioso/a o ministro/a les dijo que esa iglesia era su casa y su familia, y cuando conocieron su orientación, pasaron a humillarlas, logrando su expulsión de «la casa» y de la «familia».
¿Qué puedo hacer yo?
Si crees ser víctima de un abuso o eres testigo, puedes acudir a asociaciones LGTBI cristianas o congregaciones afines:
- CRISMHOM, Madrid https://crismhom.org/
- ICHTHYS, Sevilla https://sites.google.com/view/ichthyssevilla/ichthys)
- Betania, Bilbao https://grupocristianobetania.wordpress.com/
- ACGIL, Barcelona https://www.acgil.org/
- Comunidades de vida jesuitas LGTBI amigables: CVX España: CVX España – CVX España (cvx-e.es)
- Página web: https://www.cristianosgays.com/
Si el abuso conlleva violencia sexual, física (o amenaza de ella) o chantaje: https://www.policia.es
Más información sobre las terapias de conversión: https://www.noesterapia.net/
¡Cuidado! En muchas ocasiones, los líderes de las iglesias son los culpables, pero la comunidad tiene miedo de denunciar y se pide «silencio». Siempre hay que denunciar.
Terminamos con una última definición y una breve fábula, en la que cada uno/a encontrará su verdad.
Abusar: Hacer objeto de trato deshonesto a una persona de menor experiencia, fuerza o poder.
Fábula para pensar
Había una vez un niño que fue al circo y se quedó maravillado al ver la actuación de un majestuoso elefante. Durante el intermedio, se quedó sorprendido al ver que el elefante permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo.
El niño preguntó a su padre: «¿Por qué no huye de ahí?». Este respondió: «El elefante no se escapa porque ha estado atado a esa misma estaca desde que era muy pequeño; y cree que no puede. Todavía tiene grabado en su memoria la impotencia que sintió después de nacer. Y lo peor de todo es que no ha vuelto a cuestionar ese recuerdo. Jamás ha vuelto a poner a prueba su fuerza. Está tan resignado y se siente tan impotente que ya ni se lo plantea».
El niño cerró los ojos y se imaginó al indefenso elefantito recién nacido sujeto a la estaca, compadeciéndose enormemente por él…