Fernando Negro
San Francisco de Asís decía que quien realmente se deja llevar por Cristo siente el efecto de la alegría, mientras que la tristeza evidencia la fuerza del espíritu del mal. Por eso mismo, si queremos ser felices, deberemos tomarnos en serio la amistad Jesús, fuente de nuestra alegría.
Una persona a quien sigo a través de la dirección espiritual y que está pasando por una etapa muy crítica de su vida, con mucha humildad y verdad, escribía: ¨He ido más allá de la paciencia de mi esposa, de mi familia y mis amistades, a tal punto que he ido reduciendo mi mundo a mi relación con unos pocos, por fuerza de su tolerancia hacia mí, lo cual es causa para que estén en la lista de su posible canonización. Los cristianos deberían ser reconocidos por su amor y su alegría. He tomado esta resolución para la cuaresma: QUIERO SE FELIZ.¨
Así de sencillamente esta persona se expresaba, reorientando su vida hacia lo esencial, que es EL AMOR SIN CONDICIONES. Porque aunque pueda hacer maravillas por las que otros vean que soy muy santo, aunque haya quien me aplauda y admire… si no tengo amor es que he perdido el rumbo de mi vida y debo recalcular mis pasos para encontrarlo de nuevo.
Escribo desde La Habana, Cuba. Cuando ayer entré en esta isla me percaté de que sólo tenía $ 2,49 en mi cartera. Entré sin nada, y sin embargo lo tengo todo. Sería bueno que todos los humanos aprendiésemos a liberarnos de todo lo que aparentemente necesitamos, para darnos cuenta de que, en el fondo, apenas necesitamos nada para ser felices.
Los psiquiatras han encontrado un nuevo término para definir la angustia que muchos postmodernos sienten al salir de casa y darse cuenta de que olvidaron el móvil en casa o que la betería del mismo está muy baja. A esta angustia se le llama ¨nomofobia¨, que es como un acrónimo que significa literalmente ¨no-móvil-fobia¨.
Estos días, sin posibilidad de usar el teléfono, sin internet, me siento más vulnerable. Sin embargo estoy en medio de una oportunidad para aprender a ser vulnerable, limitado, frustrado, incapacitado, incomunicado… pero quiero que sobre todo sea una oportunidad para fortalecer la alegría de ser, de aprender, y de aceptar.