No permitas que la basura mental guíe tus pasos en la vida.
Aliméntate cada mañana de pensamientos bellos, buenos y verdaderos.
Acepta tus errores, y toma responsabilidad sobre ellos.
Recuerda que el enemigo de tu crecimiento eres tú mismo:
Porque estás de lleno del orgullo que te impide aceptar tu fragilidad
O porque no llegas a creerte lo que realmente eres: una maravilla divina.
Aunque el pasado es hermano y compañero de tu camino,
Quédate con lo mejor que de él recibes cada día.
Empéñate en vivir el aquí y ahora, anclado en el presente.
No te define lo que otros dicen acerca de ti,
Ni lo que tú interiorizas basado en creencias erróneas.
Quien de verdad te define es el Aquel que te creó, Dios.
Él tiene guardado para ti un futuro lleno de esperanza.
Busca la paz, no como ausencia de conflictos y contradicciones,
Sino la que implica serenidad absoluta desde el más profundo centro de tu ser.
No tomes decisiones en medio de la tormenta que agita tu corazón,
Ni del torbellino que llena de ansiedad tus días desde fuera.
Mantente sereno y no des la bienvenida a pensamientos autodestructivos.
Que ninguna acción personal, por pequeña que sea, destruya la menor de tus células.
Di tu verdad con valentía delante de los fuertes.
Sin la verdad, ellos son siempre más débiles que tú,
Aunque aparenten ser invencibles.
Conserva la calma y el buen humor.
No tomes demasiado en serio tus asuntos.
Recuerda que hay un tiempo para cada cosa
Y que cada cosa requiere tu atención y tu presencia.
Invita en tu presente a la ‘Presencia’ de quien rige tus designios:
Dios que te creó por amor,
te sostiene en su amor,
mientras caminas hacia su Amor.
Que el fracaso de ayer no sea un paréntesis que intentas reprimir,
Sino una lección de la que aprendes a vivir.
Cuando a causa de tus convicciones la gente te deje solo,
Considera que tu soledad te redime y te hace aún más libre.
Tu libertad ayudará a otros a buscar su camino original e irrepetible.
Quien ha encontrado el sentido de su vida,
Aquello por lo que vale la pena darlo todo, incluso la vida,
Ha encontrado el tesoro escondido del que habla el Evangelio
Mira adelante, no te detengas, que nada te quite la paz,
Que todo lo que tocas, gustas, ves, sientes, oyes y experimentas,
Llegue a ser el mejor aliado de tu crecimiento.
Camina sereno entre la multitud sacando de tu centro
La melodía que añade ese algo único e irrepetible
Que hace que la sinfonía del universo sea más bella y armoniosa.
Confía en ti y ámate a ti mismo.
No desesperes nunca y busca razones para la esperanza
Aunque sea debajo del colchón de tu cama,
O en la repisa donde guardas los boletos de la lotería.
Recuerda que hay Alguien que te conoce, que te ama locamente,
Y te ayuda a ser cada día lo que mejor que puedes ser.
¡Vive, ama, danza, juega, llora, esfuérzate, confía, apasiónate, canta, grita…!
Porque tú eres de Cristo, y Cristo es de Dios.
Una oración
“Te doy gracias, Señor, Dios de la Vida,
por toda mi existencia.
Porque todo lo he recibido de tu mano y de tu ternura.
Gracias por toda mi historia personal,
por lo que me has ayudado a crecer.
Gracias por tu cercanía en el dolor.
Gracias porque te has fiado de mí,
porque me has amado y he podido sentir tu amor
a través de personas concretas.
Gracias por cada miembro de mi familia,
por los amigos y amigas, por toda la gente
que encuentro en el camino de la vida.
Gracias por hacerme responsable de mis hermanos.
Te pido por aquellos cuya existencia
resulta dura y dolorosa,
por los pobres y los maltratados.
Dame un corazón cercano y generoso
para no ser indiferente a la dureza de la vida ajena.
Transforma mi vida en principio de Vida en abundancia.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén”.