En nuestras relaciones humanas lo que realmente cuenta es la presencia no interesada, sino generosa, por medio de la cual transmitimos sin palabras que la otra persona vale, es apreciada y querida. Para llegar a este objetivo, por medio del cual potenciamos el valor propio y el de los demás, se requieren tres valores fundamentales: la transparencia, la presencia y la gratuidad.
Por medio de la transparencia le ofrezco a la otra persona el regalo de la libertad gracias a la cual le permito ser ella misma, sin agendas preconcebidas ni protocolos preestablecidos. Le estoy diciendo de alguna manera: “he venido a encontrarme contigo y tú conmigo tal y como eres; no necesitas aparentar otra cosa distinta a lo que ya realmente eres”.
La presencia es el factor por medio del cual expreso mi generosidad por el encuentro interpersonal. En esta presencia quiero hacer saber a la otra persona que mis móviles no son para nada utilitaristas; en el fondo, por medio de mis gestos y mis palabras, transmito este mensaje: “he venido a encontrarme contigo no porque yo te necesito, sino porque tú me necesitas.”
La gratuidad es el factor por medio del cual rompo mis límites meramente calculadores de ganancias, y me centro en la acción de gracias por el regalo que eres tú para mi vida en este momento. Es como si le dijera al otro: “No quiero que me des nada a cambio de lo que yo te doy o te transmito.”
Así pues transparencia, presencia y gratuidad son ejes transversales que hacen de nuestras relaciones momentos de identidad transpersonal por la que llego a comprender que el ser en relación es más importante que el hacer cosas juntos. No somos islas, sino seres en relación que, complementariamente, caminamos hacia la nueva humanidad.
¿Vivo mis relaciones desde esta perspectiva? Puede darse el caso de que tenga muchas conexiones y muy pocas relaciones. ¿Es éste mi caso? Estar conectados es muy fácil, basta con estar yuxtapuestos física o virtualmente uno junto a otro. Estar relacionados implica poner en funcionamiento activo los tres factores que venimos explicando: la transparencia, la presencia y la gratuidad.
“Sólo voy a pasar una vez por este mundo
Todo el bien que pueda hacer,
Toda la realidad que pueda cargar,
Toda la amabilidad que pueda mostrar
A cualquier ser humano,
He de hacerla ahora
Y no dejarla pasar para más tarde.
Porque no voy a pasar otra vez por aquí.”
(Stephen Gullet)