CREO CON MARÍA, MUJER Y MADRE, MILAGRO DE AMOR
+ Creo en el “MILAGRO” del día del ángel Gabriel,
como un hito en la historia de la humanidad.
+ Creo en el “MILAGRO” de ponerse en camino hacia Aikarem,
como argumento para no callarse lo que Dios le ha anunciado.
+ Creo en el “MILAGRO” de la noche de Belén,
como una Luz en medio de la oscuridad.
+ Creo en el “MILAGRO” de una familia que se desplaza a Egipto,
como respuesta a una urgencia por salvar la vida de su hijo.
+ Creo en el “MILAGRO” de un hijo que crece en Nazaret,
como expresión de la naturalidad con que Dios se sitúa en la humanidad.
+ Creo en el “MILAGRO” de una mujer atenta a las necesidades de una pareja que inicia su proyecto de amor en Caná,
como el atractivo para vivir en plenitud.
+ Creo en el “MILAGRO” de una madre que sufre con equilibrio y presencia
la dolorosa y trágica agonía de la pasión y muerte de su Hijo en el Calvario,
como la actitud de quien se siente siempre habitada por Él.
+ Creo en el “MILAGRO” del amanecer de Pascua, del sepulcro vacío, de la nueva presencia del ángel, del rumor de la mujeres, -entre ellas María- del testimonio de los discípulos de Emaús,
+ Creo en el “MILAGRO” de una Iglesia dinamizada por el Espíritu,
como la prolongación de la primera comunidad donde estaba presente María, en Galilea.