Valga este primer artículo como presentación y justificación (si fuera precisa) de este espacio de opinión y reflexión que se me ofrece en la Revista de Pastoral Juvenil, una publicación del Instituto Calasanz de Ciencias de la Educación. Vaya por delante mi agradecimiento por esta oportunidad para compartir lo que uno piensa y vive (en pasado y en presente).
Me llamo Vicente Luis García Corres, conocido también como Txenti, soy, y me gusta presentarme como, Comunicador Cristiano, (aunque mi mujer dice que estaría mejor que fuese cristiano comunicador, pero eso es otro tema).
Desde pequeño he estado vinculado a la Iglesia: primero en la parroquia, luego los diez años que viví en el Seminario Diocesano de Vitoria, mi pertenencia al movimiento de la Adoración Nocturna y mi labor como comunicador cristiano desde hace 30 años aproximadamente.
El caso es que a lo largo de mi vida he vivido y participado de lo que conocemos como acción pastoral de la Iglesia en diversos frentes, y por supuesto en la pastoral con jóvenes.
Soy padre de cuatro bellísimas personas, tres chicas y un chico, con edades que van desde los 9 a los casi 18. Los cuatro han sido dóciles a la hora de dejarse acompañar en el tema de la fe, pero también es cierto que cada uno va haciendo su proceso de maduración, y cada día su relación con Dios, con la Iglesia, con la fe, con la religión y el hecho religioso, con el Mundo, va siendo cada día más personal.
Tanto su madre, como yo, hemos intentado ser transmisores de una fe que ambos consideramos como parte importante de nuestras vidas.
El compromiso cristiano, tanto de la madre como el mío, nos ha hecho estar muy ligados a la Iglesia y a grupos, movimientos, instituciones de la misma, nuestra militancia ha sido, y es, muy patente y forma parte del calendario de la familia. Eso nos ha llevado a estar, en mayor o menor medida, conectados también con la Pastoral Juvenil.
Y aquí es donde viene la madre del cordero: aun cuando los padres debamos ser referentes para nuestros hijos, hay edades en las que hay que entender que los hijos no quieran cruzarse con sus padres en ciertos ambientes. Eso nos lleva a los padres a tener que vivir, si queremos, ligados a esa pastoral con jóvenes bien en diferido, bien en la clandestinidad, o bien a través de Instagram o Facebook.
Por otra parte, los padres tenemos que hacer el ejercicio de vivir en tiempo presente y dejar a un lado las añoranzas de un pasado mejor (pa nosotros). Hoy, canciones, dinámicas, juegos, libros y películas que en nuestros años jóvenes eran “el no va más”, hoy pueden ser útiles, sin duda, ¡O NO! Nadie nos garantiza que “Juan Salvador Gaviota”, Ricardo Catalapiedra, o “La Cristificación del Universo” sean herramientas útiles para la Pastoral con jóvenes de hoy.
Así que, con el permiso de la dirección de RPJ, compartiré con vosotros una mirada atrás y otra adelante sobre vivencias, experiencias, materiales que relacionados con la pastoral con jóvenes he conocido siendo joven y siendo padre de unos jóvenes.
Espero ser ameno y dar pie a que adultos y jóvenes sigamos caminando juntos buscando un mundo mejor, El Reino de Dios y su Justicia.
Txenti.