CHRISTUS VIVIT: UNA LECTURA DESDE LA ESCUELA RPJ 561 Descarga aquí el artículo en PDF
Leandro Giordano
Instituto Nacional Formación Pastoral Juventud Cardenal Pironio
https://institutopironio.org.ar/
Comenzamos una serie de tres artículos que ahondan en los aportes que la Christus vivit del papa Francisco nos hace a los ambientes educativo-pastorales vinculados a las instituciones educativas.
La exhortación apostólica postsinodal Christus vivit (ChV) refleja las conclusiones a las que ha llegado Francisco a partir de las reflexiones y discernimientos llevados a cabo durante la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos. Allí se trató la temática sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional (Otero, 2019).
En el magisterio de Francisco ya había sido problematizada la necesidad de revisar la pastoral juvenil, por ejemplo, en el n.º 105 de Evangelii gaudium. Posteriormente, en 2016 se anunció que en comenzaría el Sínodo en octubre de 2018. En marzo del 2019 se firma la exhortación e inicia el proceso de lectura y asimilación en las comunidades y, dentro de ellas, en las escuelas católicas, puesto que los jóvenes que se educan allí son también destinatarios.
Para algunos pastoralistas, como Jesús Rojano Martínez (2019), tras el proceso vivido en este sínodo ha quedado claro que se busca caminar hacia «una pastoral juvenil que ha de hacer suya la metodología de la sinodalidad misionera que, bien comprendida, puede desencadenar procesos muy interesantes no solo en la pastoral juvenil, sino en toda la praxis de la Iglesia» (p.4)
Christus vivit sigue inspirando en las escuelas, junto a otros documentos, los itinerarios de los espacios de explicitación del Evangelio, los discernimientos de la pastoral educativa, los grupos juveniles institucionales, los proyectos pedagógicos, en fin, el entramado de las propuestas escolares en clave pastoral. A veces los educadores leen la exhortación pensando en los jóvenes que transitan las aulas, otras veces son ellos los que se acercan al documento en sus materiales de estudio, y otras veces con ellos se lee para discernir juntos espacios de participación. Lo cierto es que en muchas escuelas católicas hay una lectura real de ChV que deriva en diferentes acciones, algunas transformadoras.
Por tal motivo, en el este artículo se presenta un comentario de algunos párrafos de Christus vivit para brindar claves del documento que inspiren la animación de la pastoral juvenil dentro de las instituciones educativas.
Kerygma y escuela
Dentro de los desafíos pastorales actuales, la escuela ha asumido la inculturación del Evangelio y la evangelización de la cultura, en especial la juvenil.
Ambos procesos son profundos, holísticos y lentos. Requieren un verdadero diálogo entre el kerygma y las riquezas culturales y contextuales de la vida de los estudiantes. Estos procesos no buscan una adaptación externa para volver más atractivo el Evangelio, sino una real integración de los elementos de la cultura juvenil que sean compatibles con el estilo de Jesús; y una búsqueda de sanación de aquellos elementos culturales que dañen la integridad de los jóvenes, opuestos a los valores del Reino: fraternidad, vida, verdad y justicia (Centros Educativos Mercedarios [CEM], 2016).
La tarea de la síntesis fe-vida-cultura implica un diálogo real
El diálogo con la cultura en la escuela «no significa mimetizarnos con ella, no se puede hacer del anuncio de Jesucristo una propuesta acomodaticia que desvirtúe su fuerza contracultural y la radicalidad de su mensaje» (CEM, 2016, p.54). La tarea de la síntesis fe-vida-cultura, en cambio, implica un diálogo real con la vida de los estudiantes a través de dinámicas implícitas y explícitas que involucran decisiones curriculares, estructurales y organizativas (Leal, 2018). Afirma Lucas Leal:
«Ensayar y pensar una escuela de inspiración cristiana es asumir esta dinámica que reconoce que la escuela, en todas sus dimensiones, nos habla de mayor vida, mayor dignidad y justicia porque hunde sus raíces en el Evangelio de Jesucristo. Ella subyace en cualquier proyecto curricular de una institución que considere consciente y responsablemente esta inspiración» (2018, p.13).
Ahora bien, hay que ser conscientes que los jóvenes que habitan la escuela católica hoy tienen trayectorias plurales en materia de fe y creencias. Estudios sociológicos liderados por Fortunato Mallimaci (2013) demuestran que en Argentina las creencias y la tradición cristiana aún están presentes, pero desvinculadas de la forma tradicional o la referencia a la institución de la Iglesia. Con este diagnóstico coincide el teólogo Fernando Kuhn (2019) al afirmar que se ha perdido también la transmisión familiar y cultural de la fe que mantenía un sustrato kerygmático en medio de un ambiente actual de espiritualidades eclécticas y religiones «a la carta».
A su vez, los jóvenes poseen tiempos y lógicas propias de la sociedad de la información. Sobre estas sociedades nos aportan Almirón y Porro (2014):
«(…) este tipo de sociedad se caracteriza por tener organizaciones sociales que se basan, modifican y mantienen a través de las tecnologías de la información y el conocimiento, dando lugar a un modo particular de relaciones de producción y poder, configurando el mercado de trabajo, la cultura, la política, el Estado y el consumo» (p.18).
Las lógicas y los ritmos actuales desafían el itinerario de una propuesta de fe, puesto que «lo religioso a lo que se accede por medio de caminos de iniciación, por ritualidades y escrituras sagradas se ve claramente impactado y hasta cuestionado, de hecho, por la fluidez de las comunicaciones. Frente a itinerarios prolongados, son más seductoras las respuestas rápidas» (Kuhn, 2019, p.5). Parte de este diagnóstico coincide con lo expresado en los párrafos de ChV desde el 86 al 90.
Ante este diagnóstico, ¿a qué nos invita la exhortación? Queda clara la orientación en el número 202:
«La pastoral juvenil, tal como estábamos acostumbrados a llevarla adelante, ha sufrido el embate de los cambios sociales y culturales. Los jóvenes, en las estructuras habituales, muchas veces no encuentran respuestas a sus inquietudes, necesidades, problemáticas y heridas. La proliferación y crecimiento de asociaciones y movimientos con características predominantemente juveniles pueden ser interpretados como una acción del Espíritu que abre caminos nuevos. Se hace necesario, sin embargo, ahondar en la participación de estos en la pastoral de conjunto de la Iglesia, así como en una mayor comunión entre ellos en una mejor coordinación de la acción. Si bien no siempre es fácil abordar a los jóvenes, se está creciendo en dos aspectos: la conciencia de que es toda la comunidad la que los evangeliza y la urgencia de que ellos tengan un protagonismo mayor en las propuestas pastorales» (ChV 202).
La escuela católica es hoy para muchos jóvenes el único espacio eclesial que transitarán, de allí la importancia de acompañar los movimientos y la participación pastoral de ellos, como así también su integración al conjunto de la Iglesia. Para muchos será el único lugar donde se les anuncie el kerygma.
La escuela es un lugar propicio para habilitar la pregunta religiosa
A modo de claves, podemos decir que la escuela es un lugar propicio para habilitar la pregunta religiosa, en sus facetas, como «pregunta sobre el sentido de la vida, la moral, y la relación con las opciones de vida; pregunta sobre el universo, el origen y futuro del mundo y del hombre» (CEM, 2016, p.59). Estas preguntas necesitan ser acompañadas en su formulación y en la búsqueda de respuesta para generar experiencias significativas (Rodríguez Mancini, 2005). La escuela puede ofrecer así el kerygma, en palabras y en acciones. No se debe renunciar a la explicitación de la propuesta de Jesús para los jóvenes.
Ahora bien, ¿cuál es el contenido del kerygma? Algunas pistas nos son dadas en la exhortación. Una formulación actual de este anuncio puede ser ChV 1 como lo sugiere el Hno. Hugo Vera (2019):
«Vive Cristo, esperanza nuestra, y Él es la más hermosa juventud de este mundo. Todo lo que Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida. Entonces, las primeras palabras que quiero dirigir a cada uno de los jóvenes cristianos son: ¡Él vive y te quiere vivo»! (ChV 1).
Por otra parte, en el capítulo cuatro de la exhortación, titulado «El gran anuncio para todos los jóvenes», se ofrece un recorrido del kerygma acentuando cuatro verdades. Se parte en primer lugar de la imagen de Dios, invitando a los jóvenes a no dudar del amor que les tiene:
«Ante todo, quiero decirle a cada uno la primera verdad: “Dios te ama”. Si ya lo escuchaste no importa, te lo quiero recordar: Dios te ama. Nunca lo dudes, más allá de lo que te suceda en la vida. En cualquier circunstancia, eres infinitamente amado» (ChV 12).
Luego, en los párrafos 114 a 117, Francisco hace un recorrido de los gestos paternos y maternos de Dios relatados en el Antiguo Testamento (Kuhn, 2019).
La segunda acentuación se refiere a Cristo. Se afirma que Cristo salva, reforzando la gratuidad de su entrega. Los números involucrados son ChV 118 a123.
En tercer lugar, «después de haber acentuado la dimensión salvadora del Crucificado, invita a dirigir la mirada y el corazón del joven hacia el Salvador que vive» (Kuhn, 2019, p.7), afirmando que «si Él vive, entonces sí podrá estar presente en tu vida, en cada momento, para llenarlo de luz. Así no habrá nunca más soledad ni abandono. Aunque todos se vayan Él estará (…)» (ChV 125).
Por último, los párrafos ChV 130 a 133 hacen referencia al Espíritu que da vida, completando el anuncio kerygmático.
El estilo del anuncio es ameno y amical. Se puede leer este capítulo en conjunto al capítulo ocho, donde se desarrolla la temática vocacional y al capítulo nueve donde se tematiza el discernimiento. El fin del kerygma es la amistad con Jesús. «Lo fundamental es discernir y descubrir que lo que quiere Jesús de cada joven es ante todo su amistad. Ese es el discernimiento fundamental (…)» (ChV 250).
El fin del kerygma es la amistad con Jesús
Este recorrido del contenido del anuncio a la luz de la Christus vivit puede ser útil para la elaboración y revisión de los itinerarios de explicitación en la escuela, en su contenido y en su estilo.