Josep Perich
En un espléndido jardín crecía una caña de bambú. Se hacía fuerte y bonita.
El Señor del jardín la quería más que a todos los demás árboles.
–Querida, te necesito! –un día escucha de su Señor.
–Señor, estoy lista. Haz de mí el uso que quieras –dijo con gran alegría.
–Para usarte tengo que derribarte.
–¿Derribarme, Señor? ¿A mi, la más bonita de las plantas de tu jardín?
–Querida, no sólo debo derribarte, sino también cortarte las ramas y las hojas.
–Mi Señor, ten piedad.
–Si no te puedo cortar, no puedo usarte.
–Señor, córtalas –dijo temblando.
–Querida, tengo que hacer algo más. Tengo que abrirte en dos. Si no puedo hacer
esto no puedo usarte.
–Señor, corta –murmuró, inclinándose hasta la tierra.
Así el Señor del jardín tumbó la caña, cortó las ramas y las hojas y la abrió en dos. Luego la llevó donde había un manantial de agua fresca, cerca de los campos que sufrían una gran sequía. Delicadamente conectó al manantial una extremidad de la caña y dirigió la otra hacia los campos secos. La clara, fresca y dulce agua comenzó a correr por el cuerpo de la caña y llegó a los campos. Se plantó el arroz y la cosecha fue grande.
Reflexión:
El Miércoles de Ceniza o por Quaresma agachamos la cabeza como la caña de bambú para escuchar: “Conviértete y cree en la Buena Noticia”. De acuerdo con el ritual, una alternativa puede ser: “Acuérdate de que eres polvo y al polvo vlverás”. (dicha ceniza se consigue quemando las palmas y el laurel del dia Ramos anterior)
Aquel que con ceniza o sin ella se atreví a iniciar el camino quaresma se asemeja a la mujer que va a dar a luz: “siente angustia porque ha llegado la hora; pero en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que un hombre haya venido al mundo…esa alegría vuestra no os la quitará nadie” (Jn 16,21-23).
*Ceniza sobre los que van “sobrados” por la vida ninguneando a los más débiles… porque “derriba del trono a los poderosos” (Lc 1,52).
*Ceniza sobre nuestros complejos de inferioridad que esterilizan nuestra fecundidad social, nuestro tomar responsabilidades… porque “levanta a los humildes” (Lc 1,52).
*Ceniza sobre nuestras faltas de respeto hacia personas de otras creencias y sus símbolos… Recuerda que el samaritano (un “indesable”), a la hora de la verdad, fue el único que tuvo misericordia. Cf. Lc 10,25-37.
*Ceniza sobre los que para “salvar a Dios” son capaces de agredir, desear la muerte o incluso asesinar otra persona (creada a imagen de Dios)… porque “El que diga yo amo a Dios, mientras odia a su hermano, es un embustero” (1Jn.4, 20).
*Ceniza sobre los que como lobos con piel de cordero siembran crispación, división y menosprecio. “¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?”(Mt 7, 3).
Nuestra caña de bambú quaresmal nos recuerda San Pablo: “Entre vosotros tened la misma actitud de Cristo Jesús: se despojó de su rango,… se abajó hasta la muerte… Por eso Dios lo levantó sobre todo… y toda boca proclame que Jesucristo es Señor” (Fl 2,7-11).
En el horizonte: Pasqua florida, PASQUA DE RESURRECCIÓN. Todo un trayecto duro pero apasionante si permitimos que madure a la luz de la plegaria y en comunidad.
Que el Espíritu comience a correr por el cuerpo de nuestra caña de bambú y la cosecha pascual sea grande.