El aplauso nuestro de cada día – Fran Beunza

El 14 de Marzo a las 22:00 salimos un poco temerosos al balcón, estaba oscuro y nos daba cierta vergüenza mostrar algo en público cuando no sabes bien cuál será su seguimiento, si te quedarás solo en la iniciativa o qué ocurrirá… Pero convencidos de que merecía la pena. Comenzaron unos suaves aplausos desde varias ventanas, pronto se sumaron muchos más. En cuanto paramos un poco se escuchaban los ecos y los gritos de los edificios cercanos, el rumor fue creciendo hasta que daba la sensación de que llenaba la ciudad. Creo que desde que empezó todo esto fue la primera vez que nos encontramos emocionados los unos con los otros. ¡¡¡Gritamos fuerte los 3!!! Por los enfermos, por nuestros amigos sanitarios, por todos los que estos días se exponen más por el bien de todos. Nos unimos todos-as dando gracias por aquellos que ahora mismo más se parten y se reparten por los demás, y yo me pregunté si no había sido este gesto tan sencillo la eucaristía que necesitábamos. La acción de gracias de los que están siendo como Jesús: los sanitarios, a las cajeras de los supermercados, carniceros, repartidores, carteros, empleados de basuras, farmacéuticas…

Y en las próximas semanas, después del esfuerzo del confinamiento y de aportar todo lo que podamos con el teletrabajo disfrutaremos todos los días de nuestra pequeña eucaristía. Rezaremos en el aplauso nuestro de cada día.