BENEDICTO XVI Y LOS JÓVENES (II) RPJ 559 Descarga aquí el artículo en PDF
Luis Manuel Suárez CMF2
http://luismanuel@claretianos.es / @luismanuel_cmf
En los ecos de la despedida de uno de nuestros «ancianos universales», el papa emérito Benedicto XVI, volvemos a hacer memoria de él, en concreto en relación a sus mensajes para las Jornadas Mundiales de Oración por las Vocaciones. Estas jornadas se celebran cada año, coincidiendo con el domingo IV de Pascua, el llamado «domingo del Buen Pastor». Una buena ocasión de pedir a Dios que siga suscitando cristianos vocacionados para las distintas formas de vida cristiana, y una buena oportunidad de trabajar la cuestión vocacional con los grupos de adolescentes y jóvenes.
Se recogen a continuación cuatro frases de cuatro mensajes del papa Benedicto XVI con motivo de estas Jornadas, que hoy siguen siendo actuales e interpelantes:
- En 2007, con el tema La vocación al servicio de la Iglesia comunión, sonaban estas palabras: «Para promover vocaciones es por tanto importante una pastoral atenta al misterio de la Iglesia−comunión, porque quien vive en una comunidad eclesial concorde, corresponsable, atenta, aprende ciertamente con más facilidad a discernir la llamada del Señor». Una convicción básica: que toda llamada de Dios no es un privilegio personal, sino un servicio a la comunión, a la comunidad. Resuena aquí la «sinodalidad» antes de que fuera trending topic.
- En el 2009 el mensaje giró en torno a La confianza en la iniciativa de Dios y la respuesta humana: «La libre iniciativa de Dios requiere la libre respuesta del hombre. Una respuesta positiva que presupone siempre la aceptación y la participación en el proyecto que Dios tiene sobre cada uno; una respuesta que acoja la iniciativa amorosa del Señor y llegue a ser para todo el que es llamado una exigencia moral vinculante, una agradecida ofrenda a Dios y una total cooperación en el plan que Él persigue en la historia». Los dos elementos clave de toda vocación cristiana: la iniciativa libre de Dios y la libre respuesta humana. En la entrega de Jesús en la Eucaristía, se puede contemplar ese doble movimiento.
- El tema de 2010 fue El testimonio suscita vocaciones, con motivo del 150 aniversario de la muerte de san Juan María Vianney, el Cura de Ars: «El testimonio personal, hecho de elecciones existenciales y concretas, animará a los jóvenes a tomar decisiones comprometidas que determinen su futuro. Para ayudarles es necesario el arte del encuentro y del diálogo capaz de iluminarles y acompañarles, a través sobre todo de la ejemplaridad de la existencia vivida como vocación». Otra convicción básica para cualquier tipo de pastoral.
- Y en 2013, en un mensaje redactado unos meses antes de su renuncia, el tema fue Las vocaciones signo de la esperanza fundada sobre la fe: «En todo momento, sobre todo en aquellos más difíciles, la fidelidad del Señor, auténtica fuerza motriz de la historia de la salvación, es la que siempre hace vibrar los corazones de los hombres y de las mujeres, confirmándolos en la esperanza de alcanzar un día la “Tierra prometida”. Aquí está el fundamento seguro de toda esperanza: Dios no nos deja nunca solos y es fiel a la palabra dada». En pleno año de la fe, la fuerza de esta convicción llega también a nuestro presente: la fe y la esperanza, junto con el amor entregado, son esenciales en toda pastoral y en toda vocación.
Comunidad, confianza, testimonio, esperanza… respuesta libre, con todo lo que somos, a la llamada amorosa de Dios, que cuenta contigo. Todo un plan para toda una vida. ¿Aceptas el reto?
El #Tweet de Francisco: «Invocamos la intercesión de María Santísima por el papa emérito Benedicto XVI. Nos unimos todos juntos, con un único corazón y una sola alma, para dar gracias a Dios por el don de este fiel servidor del Evangelio y de la Iglesia» (@Pontifex_es).
Para preguntarME / Para preguntarNOS:
- Elige una de las frases de Benedicto XVI en las Jornadas vocacionales, la que más conecte con tu experiencia de seguidor de Jesús. ¿Qué nuevos pasos te invita a dar?
- Imagínate que te encuentras con un joven que está buscando su vocación concreta como cristiano. ¿Qué le podrías decir para animarle en esa búsqueda?